De atracador psicópata a ladrón enamorado

Netflix ultima "Berlín", una precuela de la exitosa "La casa de papel" que tendrá ocho capítulos y se estrenará en diciembre

Pedro Alonso, protagonista de la serie «Berlín».

Pedro Alonso, protagonista de la serie «Berlín». / Inés Álvarez

Inés Álvarez

Había nacido como un spin-off o precuela de ese fenómeno mundial que ha sido "La casa de papel" y tiene todos los ingredientes para lograr el triunfo de su predecesora. Sin embargo, de ella solo conserva a su protagonista, el atracador Berlín –ya que tanto el resto de la banda como el tono y el género de la ficción, una mezcla de comedia romántica y de aventuras, nada tienen que ver con aquella. Las primeras imágenes que, una vez finalizado el rodaje, ofrecía Netflix a la prensa el pasado viernes en sus estudios de Tres Cantos (Madrid) –un día antes de que se presentara en el gran evento que la plataforma celebró ayer en TUDUM 2023, en Brasil, para mostrar sus novedades– confirman su espectacularidad. Y dejan ganas de más. Pero se deberá esperar a diciembre, que es la fecha en la que Netflix ofrecerá a sus abonados los ocho capítulos.

"Berlín tiene un ADN muy diferente a La casa de papel. Veníamos de una serie más sórdida, con más violencia, y queríamos otra con más luminosidad, más vital", explica Álex Pina, uno de sus creadores. "Hacer una serie que sale de La casa de papel da vértigo", confiesa Esther Martínez-Lobato, su otra creadora, consciente de las posibles comparaciones, "pero nos hemos esforzado en crear un mundo propio", asegura. "Se ha pegado un tajo rotundo en términos de estilo. La serie es otra. Y, sin embargo, hay ecos. La historia se sigue renovando. Es como una alfombra mágica que te permite viajar a muchos tonos y géneros", apostilla Pedro Alonso, que sigue dando vida al protagonista.

Personaje más hedonista

Tampoco Berlín es el mismo. Aquel inquietante psicópata de las primeras temporadas de la serie de atracadores con nombre de país, con cuya muerte todo el mundo respiró aliviado, nada tiene que ver con el que se presenta ahora. Aunque en las últimas, en las que aparecía en flashbacks después de muerto, ya se intuía ese carácter hedonista y una refinada cultura que siempre le habían caracterizado. El Berlín de la serie que lleva su nombre no ejerce la violencia, sino que roba con la elegancia propia de David Copperfield. Y entre su botín se encuentran los corazones de algunas damas, porque es tan diestro ladrón como conquistador.

Y la banda es otra. La componen Damián (Tristán Ulloa), que "es el Sancho Panza de Don Quijote, el que ve molinos", dice el actor; Keila (Michelle Jenner), una nerd "que se desenvuelve muy bien con el ordenador, pero no en la vida real", cuenta la actriz; Cameron (Begoña Vargas ), la kamikaze de la banda, "una mujer libre, que va a tope", destaca la actriz; Roi (Julio Peña), el joven escudero de Berlín, "que estaba en esto (la delincuencia) de la peor de las maneras", y Bruce (Joel Sánchez), el miembro "que es más músculo que cerebro", como define, y quien lleva el peso de la acción. Porque, aunque no haya tanta violencia como en su predecesora, la tensión y el ritmo trepidante marca de la casa (es decir, del tándem Pina-Martínez Lobato) no dejan de estar presentes.

Lugares tan claustrofóbicos como La Casa de la Moneda y el Banco de España dan paso a un luminoso París, ciudad adonde se ha desplazado el equipo, aunque algunas de las escenas se han rodado en un plató virtual con una tecnología que ha dejado el croma como algo del pasado. Asimismo, la música, tan importante en La casa de papel, por su capacidad de expresar un estado emocional, vuelve a tener aquí gran protagonismo. Sus creadores ya hablan de "temazos". Desde covers de temas conocidos hasta canciones compuestas expresamente para la serie.

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