El central que pudo ser del Sporting y ahora va a fichar el Atlético de Madrid: la historia de Mouriño

El defensa uruguayo fue una de las peticiones de Abelardo para reforzar la defensa al inicio de la presente temporada

Santiago Mouriño, en el centro, durante un partido.

Santiago Mouriño, en el centro, durante un partido. / @santimou20

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

El defensa central que está a un paso de fichar por el Atlético de Madrid para la próxima temporada pudo ser del Sporting el pasado verano. Santiago Mouriño (Montevideo, Uruguay, 2002) fue una de las peticiones de Abelardo para reforzar la zaga al inicio de la actual temporada, según ha podido conocer LA NUEVA ESPAÑA por fuentes cercanas al futbolista. No prosperó esta alternativa y el joven continuó en su actual club, el Racing de Montevideo. Su protagonismo fue a más en los últimos meses, hasta el punto de que se le espera esta misma semana en Madrid para pasar los exámenes médicos con el conjunto colchonero.

El Sporting necesitaba centrales en el pasado mercado de verano. Fue una de las posiciones con más cambios y Abelardo puso sobre la mesa alguno de los nombres que manejaba junto a su cuerpo técnico para esta demarcación. Entre ellos estaba el de Santiago Mouriño, un central uruguayo de 1,86 metros de estatura, joven y con maneras para poder crecer en el fútbol europeo. No acabó de concretarse su incorporación. El Atlético de Madrid está ahora muy cerca de contratarle, aunque con la idea de cederle para que continúe con su progresión en otro equipo. La operación se cifra, según medios uruguayos, en torno a 3 millones de euros.

El Sporting se decidió por fichar tres centrales en el pasado mercado de verano: Insua, Cali Izquierdoz y Bamba. Fue un puesto que acabó convertido en un carrusel de cambios en los siguientes meses. La grave lesión de Bamba, al romperse el tendón del bíceps femoral en noviembre, hizo que el francés dijera adiós a lo que restaba de temporada. El club optó por firmar a un jugador sin equipo, siendo Bruno finalmente el elegido. La llegada del canario fue, en este caso, otra petición del Pitu que sí llegó a consenso. No acabó ahí el baile en el centro de la zaga. Después de la destitución del técnico, la venta de Gragera al Espanyol dejó abierta la posibilidad de firmar a otro defensa central. Así llegó José Marsà en el mercado de invierno.

Bruno termina contrato a final de la presente campaña, Marsà debe volver al Sporting de Lisboa tras su cesión en Gijón y Bamba, Cali Izquierdoz e Insua tienen contrato en vigor. A la espera de cómo acaban de definirse estas situaciones, el Sporting abordará este verano, casi con total seguridad, la incorporación de algún central más para renovar la competencia en la zaga. Más si persiste la idea de Miguel Ángel Ramírez de adecuar la plantilla al sistema 5-3-2 que ha mostrado durante buena parte de sus partidos en Gijón.

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