El cerrojo gallego del Sporting, a por el tercer partido fuera con puerta a cero: "La clave es que nos conocemos de toda la vida"

Insua y Róber Pier, indiscutibles en la zaga, protagonizaron distintas generaciones en el Dépor antes de reunirse en Gijón: "Todo el equipo ha dado un paso en lo defensivo"

Por la derecha, Insua y Róber Pier en Mareo.

Por la derecha, Insua y Róber Pier en Mareo. / Ángel González

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

"¡Este ya conoce más Asturias que yo!". Pablo Insua bromea sobre la rápida adaptación de su compañero Róber Pier, llegado el pasado verano a un Sporting que tiene a estos dos gallegos como guardianes del centro de la defensa. LA NUEVA ESPAÑA reúne en Mareo a dos de los protagonistas del "paso adelante en lo defensivo que ha dado todo el equipo". Algo que recalcan antes de volver a aplicar la sencillez para resumir su sintonía en el campo: "La clave es que nos conocemos de toda la vida".

Titulares en los siete partidos de Liga, en Huesca buscarán el tercer partido consecutivo lejos de El Molinón con la portería a cero. Es un básico ya en el armario del nuevo Sporting. También el camino elegido para que llegue la deseada primera victoria como visitantes. "El equipo en general está siendo muy sacrificado y humilde en el sentido de ayudarnos todos, creo que se está reflejando", subraya Pablo Insua sobre la imagen del equipo en el inicio de temporada. Su relación con Róber Pier también tiene algo de eso.

Coruñeses ambos, Insua es de Arzúa y Róber, de Oleiros. Su punto de encuentro fue el Dépor, pero desde cierta distancia. "Pablo es dos años mayor así que yo iba ocupando su puesto cada vez que daba el salto de categoría. Es decir, cuando yo empezaba en juvenil, él daba el salto al Fabril, y así sucesivamente", resume Róber Pier. Llegaron a coincidir "en muchos entrenamientos" y también en el primer equipo del Dépor, pero de manera tan puntual que les cuesta concretar el momento. "Fue en aquella pretemporada en Portugal con Víctor Fernández", recuerda Róber Pier. Insua se encoge de hombros. "Puede ser, sí", apunta. Poco después hizo las maletas dejando de nuevo un hueco a su compañero. La historia de tantos años en la cantera volvía a repetirse hasta reencontrarse en Gijón.

"La confianza es clave. Conocernos, saber cómo decirnos las cosas, hablar en el campo... Nos compenetramos bien. Somos gallegos, somos parecidos", explica Róber Pier sobre esa sintonía adquirida con Pablo Insua en la zaga del Sporting en poco tiempo. "Somos jugadores muy similares. La forma de posicionarnos ayuda tanto a uno como al otro. Tenemos buena colocación y eso nos hace sentirnos cómodos a ambos y que el equipo esté también mejor ubicado", añade Pablo Insua. El cerrojo gallego apunta a repetirse en Huesca para mantener blindada la puerta de Yáñez.

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