La historia de cómo entró "¿Quién le dio mi número al alcohol?" en el vestuario del Sporting: de México a venir a tocar a El Molinón

El club valora traer al municipal gijonés al grupo "Combo dominicano", intérpretes de la banda sonora de las victorias rojiblancas

Hassan y Otero bailan tras el gol del colombiano al Espanyol.

Hassan y Otero bailan tras el gol del colombiano al Espanyol. / Juan Plaza

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Todo empezó en la pretemporada del Sporting en México. En la parada del equipo en Guadalajara, un miembro del cuerpo técnico puso algo de merengue en el autocar para combatir el madrugón y las caras de sueño. Por los altavoces empezó a sonar la canción «¿Quién le dio mi número al alcohol?», interpretada por el grupo «Combo dominicano». Tuvo su efecto y la anécdota acabó convertida en costumbre. El tema es ya la banda sonora del vestuario en cada momento de alegría, en cada una de las siete victorias. Hasta el punto de que el club ha contactado con el grupo para intentar cuadrar fechas de cara a una futura actuación en El Molinón. 

Jorge Luis García ha ejercido como el mejor embajador del «Combo dominicano» en el Sporting. El utillero rojiblanco, cómplice de muchos jugadores, fue uno de los primeros en verse contagiado por esa dosis extra de energía y humor que parece dar la melodía a la plantilla. Ahora son muchos los que se arrancan con él a bailar cuando suena la canción en el vestuario, precisamente por ese motivo. El grupo era hasta entonces un gran desconocido para el grueso del conjunto gijonés. Formado en 1992, varios de sus integrantes son de República Dominicana, lo que explica el nombre del conjunto. Fue en España donde vivieron su gran "boom" profesional.

Su éxito en Gran Canaria tras actuar en unos carnavales les llevó a afincarse en la isla. Desde entonces han empezado a girar por toda España. Tras el triunfo ante el Espanyol sonaron incluso por la megafonía de El Molinón. También ayer, en el vestuario del Sporting femenino, después de su primer triunfo liguero. Ahora sólo falta que la música les traiga en directo al municipal gijonés, donde han empezado a convertirse en uno más de la familia.

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