Los Reyes traen a Marina el relevo de la bufanda viral de Quini

Todo empezó el pasado 9 de diciembre, a la salida de El Molinón. Marina Carmen Valle caminaba hacia su domicilio en el barrio de La Arena, tras vivir en el campo el empate del Sporting ante el Levante, cuando se dio cuenta de que "entre el kilómetrín y el tramo que sale a la escalera 14" había perdido su bufanda. No era una bufanda cualquiera. Llevaba la firma de Quini, quien se la dedicó "hace unos treinta años, en un viaje junto al equipo a Almería". Su búsqueda fue en balde. Incluso pidió ayuda por redes sociales, convirtiendo en viral un deseo del que tomaron nota los Reyes Magos. El pasado 6 de enero, bajo su árbol de Navidad y envuelta en papel de regalo, había una bufanda del Sporting para ella.

"¡Fue el regalo estrella, el que le hizo más ilusión!", confiesa Begoña Pañeda, la hija pequeña de Marina (tiene tres), y la artífice de que los Reyes tuvieran muy en cuenta las características de la bufanda extraviada. Entre unos y otros la consiguieron. El modelo es idéntico, pero la prenda no es la misma que se perdió en su día. La réplica apareció buceando por una aplicación web dedicada a artículos de segunda mano. Tampoco lleva la firma del Brujo, pero Begoña se encargó de echar una mano para que tuviera hasta tres autógrafos cargados de historia rojiblanca.

"El Sporting se había puesto en contacto con nosotros para interesarse en si habíamos encontrado la bufanda. Les comenté la situación y la posibilidad de que me la firmara algún veterano. Joaquín, Redondo y Claudio se prestaron a ello. Fueron muy majos", explica esta gijonesa, heredera del intenso sentimiento sportinguista del que presume su madre. "El día de Reyes ya lo pasó con ella puesta, pero en El Molinón la estrenará en el partido ante el Huesca. Ya le he advertido: ‘¡átala bien!’", continúa Begoña, quien forma parte de las peñas La Norte y Los Guajes, a quienes suele acompañar en varios desplazamientos a lo largo de la temporada.

Marina Carmen Valle volverá esta tarde al municipal gijonés con nueva bufanda y el deseo que, la de ahora, le acompañe como en los dos últimos ascensos. La anterior ya le había traído suerte en el regreso a Primera del Sporting de Preciado. También en el de los guajes, que vivió en el Villamarín. El siguiente está por aparecer.

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