El 'plan renove' del Sporting alcanza la defensa: de la prioridad de renovar a Insua, a la figura de Diego y la cláusula para fichar a Pascanu

El club se quedaría con la propiedad del jugador rumano en caso de ascenso por unos 650.000 euros

Por la izquierda, Pascanu, Insua y Cali Izquierdoz, en Mareo.

Por la izquierda, Pascanu, Insua y Cali Izquierdoz, en Mareo.

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

La planificación deportiva del club rojiblanco para la campaña 2024-2025 dependerá en gran medida de la categoría en la que compita la entidad gijonesa en la próxima categoría. Por varias claves. Además de la lógica y del enorme salto económico que supone el ascenso a Primera División, en gran medida por el empujón que supone para cada club el reparto de los derechos televisivos, entre otras palancas financieras.

La incertidumbre contractual alcanza a todas las líneas, incluida a la posición del entrenador, –Ramírez finaliza vinculación en junio de 2024 y su caso se abordará al término de la campaña, como ya anunció el mismo técnico– especialmente al centro de la defensa, una de las líneas que menos seguridad ofrece según los contratos de los jugadores. De hecho, en el centro de la zaga solo Róber Pier de los que partían al comienzo de campaña como centrales específicos tiene contrato en vigor, con un curso más de vinculación (2025). Pero en los despachos de Mareo ya aprecian en las condiciones del joven Diego Sánchez, de apenas 20 años, las de un proyecto de gran central a futuro, más allá de su versatilidad y capacidad para adaptarse al lateral zurdo, su posición natural. Su rendimiento en estos partidos ha confirmado los informes de los analistas, que frenaron su salida en enero al Burgos, que pretendía su cesión.

Los técnicos deportivos mantienen dos hojas de rutas muy distintas, en función de los dos escenarios que tiene hoy abiertos el club, quinto clasificado en Segunda División, en puestos de play off. Pero a nivel interno hay decisiones que ya se han tomado y que no dependen de la categoría en la que vaya a militar el equipo, sino que se entienden como estructurales: operaciones que se quieren abordar sí o sí. En Mareo observan, en ese sentido, como un tema absolutamente capital la renovación de Pablo Insua, uno de los grandes baluartes del proyecto.

A sus 30 años, el central de Arzúa es uno de los grandes baluartes del club e indiscutible para el entrenador, que ha encontrado en el binomio Diego Sánchez- Insua un apoyo sobre el que recuperar la solidez extraviada en el último mes y medio de campeonato. Sellar la ampliación de Insua, que termina contrato este 30 de junio y es seguido por clubes nacionales y extranjeros, es el primer gran objetivo que tienen los que mandan en el terreno deportivo, tras zanjar antes la ampliación de Gaspar Campos (2028) y confirmar la continuidad de José Ángel, ambas avanzadas por LA NUEVA ESPAÑA. Después, hay dos casos más muy distintos, pendientes de analizar: el de Álex Pascanu, cedido por la Ponferradina, y el del capitán, Cali Izquierdoz, que termina etapa este 30 de junio.

La situación de Pascanu es singular. Aunque se le firmó como central y no de lateral, la salida de Pol Valentín y la falta de confianza en Enol Coto le ha empujado a la banda, donde ha ofrecido un rendimiento estable, siempre fiable. En Mareo están muy satisfechos con sus prestaciones y su mentalidad, compitiendo de tú a tú con Guille Rosas por un puesto en el costado. El club tiene una opción de compra obligatoria en caso de ascenso a Primera División, fijada en unos 650.000 euros. Hay otra s variables abiertas para tratar su continuidad, que parece más compleja en caso de seguir otro año más en Segunda. Pascanu tiene dos años más de contrato con la Ponferradina, hasta 2026. Los del Bierzo quieren sacar tajada por un jugador por el que invirtieron una cantidad relevante (unos 300.000 euros). La posición de fuerza de la Ponfe dependerá también de su situación. Hoy, son terceros en Primera RFEF, y aspiran a regresar a Segunda División. Otra cesión se antoja ya muy complicada. Casi imposible. El caso de Izquierdoz es más delicado. El zaguero, de 35 años, afronta sus últimos meses de contrato, cuenta con ofertas de su país –Argentina–, y de momento nadie del club le ha trasladado una oferta. En la entidad aprecian su paso adelante, status y liderazgo. Pero su continuidad es difícil.

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