Zarfino ve la luz al final del túnel: así fue la vuelta de "un titán" tras 406 días de baja

El capitán regresa a una convocatoria y estará en el banquillo de Anduva para la final ante el Mirandés

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A. Menéndez

"Todos felices por ti. Dale Gio", celebraba el club rojiblanco en sus redes sociales tras un anuncio bomba: trece meses después, Zarfino volvía a estar incluido entre los convocados para un encuentro con carácter oficial al ser citado ayer de forma muy sorprendente por Miguel Ángel Ramírez para la final que afronta esta tarde el proyecto rojiblanco en Anduva ante un Mirandés en urgencias. Se esperaba a un chico del filial –Mbemba–. Pero quien acabó llegando para cubrir el vacío de otro gran líder (Izquierdoz), además de Pascanu, fue contra todo pronóstico el todocampista uruguayo, que cruza al fin la meta de una carrera que parecía no tener final. Ayer, el mediocentro, de 32 años, se subía al autobús con una sonrisa enorme. No es para menos. Hoy estará vestido de corto en el banquillo de Anduva, junto al resto de sus compañeros y miembros del staff.

406 días batallando contra una inusual pero terriblemente molesta lesión en el tendón rotuliano. Un proceso terrible marcado por un espíritu de resistencia repleto de idas, venidas, una intervención quirúrgica, pasos en falso, recaídas... Pero sobre todo de mucha fe y trabajo. Todo cargando con los fantasmas de una retirada temprana, finalizando contrato el 30 de junio tras una temporada en blanco y que ha sido una pesadilla. "Claro que he pensado que igual no vuelvo a jugar a fútbol. Pero en mi cabeza está obviamente en que voy a volver y en dar todo. Pero también tienes que pensar en lo que puede pasar", confesó el medio uruguayo en una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA. Hoy, Zarfino ya ha ganado.

Aunque quizá necesite un par de semanas más con el grupo para enseñar esa garra sobre el verde, su vuelta a una convocatoria es ya de por sí todo un impulso anímico, incluso mayor que el deportivo, para un grupo necesitado de alegrías tras semanas de penurias y malos resultados.

"Vamos, Gio", festejaba también después Gaspar Campos, máximo goleador del proyecto para destacar la vuelta de un jugador que con su mera presencia añade un valor diferencial. Tipo entregado, muy profesional, su implicación con la entidad rojiblanca le llevó a forzar el pasado invierno, cuando las bajas dejaron al grupo que entonces capitaneaba Abelardo bajo mínimos históricos. Todo ese brutal esfuerzo, conviviendo con molestias en la rodilla, le obligó a pasar un infierno. La lesión no solo dejó al club sin un futbolista especial, singular, de muchísimo valor, también ocasionó a la persona problemas en su día a día. El dolor llegó a ser tan bestia que en sus primeras semanas el mediocentro tuvo que ingerir una cantidad muy alta de pastillas para poder mitigarlo. "Me dolía hasta el hígado", evoca el jugador.

Campuzano, un mes de baja

Víctor Campuzano realizó en las últimas horas nuevas pruebas médicas para conocer el alcance exacto de la lesión, situada en una zona cercana al gemelo de la pierna izquierda, que ha vuelto a frenar su regreso a la competición cuando ultimaba su vuelta. En principio, esta nueva lesión no es una recaída ya que se trata de otro grupo muscular. Campuzano estará en torno a un mes de baja, aunque la precaución es máxima y nadie en la entidad quiere acelerar los procesos. Lo más importante, entienden todas las partes, es que la recuperación sea completa, no marcarse una fecha que añada más estrés y prisas a un jugador machacado por los problemas físicos en los últimos años. Ramírez, mientras, se queda con Otero, Djuka y Mario González para el ataque, a expensas de tirar de otros recursos del Sporting Atlético, como Acerete o Esteban Lozano.

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