Navelgas (Tineo),

Pepe RODRÍGUEZ

Navelgas inició ayer, un año más, el Campeonato Nacional de bateo de oro con la mirada puesta en el río, pero también en los despachos, y con el convencimiento de que la localidad tinetense tiene en el bolsillo ser la elegida para albergar el próximo Campeonato de Europa de la modalidad. La fecha, el 18 de agosto. César Castaño, presidente de la Asociación «Barciaecus», lo da por hecho. «Ya en el anterior Campeonato de Europa muchas de las delegaciones nos pidieron que nos presentáramos y, al buscar apoyos, notamos que la gente estaba con nosotros. Creo que no habrá problemas». Sería la segunda vez que Navelgas fuera sede de un campeonato continental. Por tradición, que no quede.

Porque, con la edición de ayer, ya son diez las veces que la localidad organiza el mayor evento de la modalidad en la Península y, en medio, el Mundial que se disputó en 2008.

La decisión sobre el Campeonato de Europa se tomará en la República Checa, que es donde tendrá lugar el Mundial de bateo, dentro de apenas tres semanas. La delegación española acudirá, como de costumbre, formada masivamente por los bateadores de Navelgas. Precisamente la cercanía del Mundial ha hecho que las inscripciones en el campeonato de este año no hayan sido muy espectaculares: han sido unos 120 los participantes.

El propio Castaño da las razones: «Al celebrarse el Campeonato Mundial en una fecha tan próxima, y también en un país relativamente cercano, la mayoría de delegaciones de Italia, Francia y otros sitios que suelen venir aquí, pues han decidido afrontar el viaje a la República Checa. Es algo lógico, normal y con lo que ya contábamos».

No obstante, eso no impidió que hayan acudido a Asturias bateadores de todos los sitios de España; entre otros lugares, de Barcelona, Madrid, Murcia y Zamora. Y, además, algún que otro visitante singular, como Walter van der Poel, un holandés que se unió a Navelgas hace ya cinco años. Walter acudió con el equipo holandés a participar en el Europeo y, como suele pasar en los lugares paradisiacos, encontró el amor. Se echó una novia de la localidad y, desde entonces, acude a cada campeonato que se celebra en Navelgas. Se da la circunstancia de que ahora viven juntos en Holanda, y que es él el que ha acudido a la cita anual mientras que la lugareña se ha quedado en los Países Bajos. Van der Poel bromea y dice: «De momento, compito con Holanda, pero si ponen dinero encima de la mesa puedo cambiar de pasaporte».

Este año, además, tiene que soportar todo tipo de bromas acerca de la final del Mundial de fútbol que su país perdió contra España. Eso no es óbice para que pueda decir, en un español pelín rudimentario, cosas tan amables como «Me encanta venir, me encanta Navelgas. Yo soy de Utrecht y éste es un sitio que es tan tranquilo y, a la vez, tiene tan buena gente, que siempre que puedo vengo por aquí». Y muestra, orgulloso, su última adquisición: una batea nueva de origen sueco que levanta la admiración entre los que entienden algo del asunto.

Como todos los años, la celebración del campeonato de bateo coincide con el festival folk «Cuartos de los Valles», cuya organización también recae en César Castaño.

El crecimiento de este certamen musical ha sido tan espectacular que en la noche del viernes sucedió algo sin precedentes: todos los finalistas, los tres que llegaron a esta fase y actuaron en Navelgas, se llevaron el premio compartido. Y el argumento fue que el nivel musical era tan alto, la calidad tan notable, que al jurado no le quedó más remedio que optar por esta salomónica decisión que no se sabe si habrá gustado a todo el mundo.

Castaño muestra todo su orgullo cuando subraya que lo del viernes «fue una demostración de que aquí viene gente de un nivel muy alto; muy alto, muy alto. El jurado es experto, lleva muchos años viendo gente y artistas del mundo del folk, no sólo de España sino a nivel internacional, y nunca se habían visto en este aprieto. El festival ya tiene un nombre de gran peso, y músicos importantes quieren venir aquí».