Material de cura, instrumentos prácticos y medicamentos conforman el botiquín hogareño, la primera medida para atender dolencias domésticas: heridas, cortes, ampollas, quemaduras o hemorragias de carácter leve, percances que en verano se multiplican. En caso de que las lesiones sean graves o los síntomas persistan se debe recurrir a la ayuda de un profesional sanitario, señala Jorge Vigil Palacio, enfermero del centro de salud de Llano Ponte, para pasar a describir las características del botiquín casero. "Debe de estar en un lugar seco, fresco, preservado de la luz y fuera del alcance de los niños para evitar accidentes. La cocina y el baño no son lugares adecuados ya que en ambos espacios se producen variaciones de temperatura y humedad que pueden alterar los medicamentos", indica. También hace hincapié en la conveniencia de "revisar periódicamente" el contenido del botiquín y vigilar las fechas de caducidad y el estado de los distintos productos sanitarios. Igualmente, sugiere no convertir el botiquín en un depósito de restos de tratamientos anteriores.

Los medicamentos en uso han de permanecer en su envase original, con el prospecto y el nombre de la persona que lo toma para poder ser identificado. Por su parte, los fármacos que sobran después de finalizar un tratamiento prescrito por el médico hay que llevarlos a la farmacia y depositarlos en los contenedores habilitados para ese fin.

Vigil Palacio aconseja a las familias tener preparado con anticipación el botiquín y adaptarlo al área de residencia. Una práctica que se recomienda es colocar en la tapa de la caja o a la vista en el armario un papel o etiqueta con teléfonos de emergencia, ambulancias, centro de salud o el Instituto Nacional de Toxicología.

Vigil indica las tres palabras claves que hay que recordar ante un incidente: proteger, avisar y socorrer. Es decir, en primer lugar, proteger el entorno donde se encuentra la persona accidentada; a continuación, avisar a los servicios sanitarios cuando se trata de un caso grave y, seguidamente, socorrer. Además quiere lanzar un mensaje de tranquilidad a cuantas personas sufran un incidente doméstico así como a las más cercanas. "La sangre es muy espectacular. Las heridas, al lavarlas, menguan", dice.