Adiós a la humedad en la cocina: la cucharada de harina que debes poner junto al fregadero

¿Cuántas veces te das cuenta, después de limpiar a fondo la cocina, de que el fregadero sigue estando demasiado sucio? ¿Qué puedes hacer para limpiarlo sin utilizar productos químicos? A continuación, te mostramos un remedio clásico de la abuela que devolverá a tu fregadero su esplendor original.

Nada mejor que la harina. No necesitas muchos productos para limpiar el fregadero de tu cocina, sólo unos pocos, y todos ellos se pueden utilizar en casa de cualquier manera.

En primer lugar, necesitarás 60 gramos de harina (el tipo de harina es indiferente), un paño de cocina suave, una esponja abrasiva y un secavajillas limpio, además de un paño suave.

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Obviamente, antes de iniciar este procedimiento, es necesario eliminar todos los restos de comida y las migas del interior del propio fregadero, y para ello puede utilizar la esponja normal de fregar, estrictamente en el lado más suave. A continuación, puede desechar todos los residuos recogidos en el contenedor para residuos húmedos.

Cómo limpiar el fregadero con harina

Sólo queda secar con cuidado el fregadero y todas sus superficies, procurando no dejar restos de humedad. Cualquier rastro de humedad que quede en esta fase podría comprometer el resultado final.

A continuación, coloque la harina en el interior del fregadero y, con la parte abrasiva de la esponja, extiéndala hasta cubrir por completo el fregadero. Espere unos minutos a que el remedio natural haga efecto. Luego, con un paño suave, retira toda la harina, asegurándote de que no caiga en el fregadero, pasa un paño seco para eliminar cualquier residuo y disfruta.

Piedra blanca

Hay partes del hogar que requieren más esfuerzo que otras dado que acumulan un mayor número de bacterias y humedad: se trata de la cocina y el cuarto de baño. Para conseguir dejar nuestro fregadero, vitrocerámica u otras partes de nuestra cocina y baños como nuevas, existe un producto que cada vez recomiendan más los expertos en limpieza. Se trata de la "fantástica piedra blanca". Se trata de un producto natural y biodegradable que se puede aplicar a todo tipo de superficies. Su composición lo convierte en algo seguro en caso de que haya niños o mascotas en el hogar. Además, no daña la piel y no se seca por la falta de uso, por lo que mantiene la durabilidad durante meses.

Esta piedra se puede emplear para limpiar metales como el oro, la plata, el cobre, el latón o el aluminio. Además, también es muy útil para aplicar en superficies difíciles de limpiar como el vidrio, los espejos, el mármol, el granito o el cuarzo. En cuanto a los muebles del hogar, la piedra blanca se recomienda para dejar como nuevas superficies como las encimeras, los fregaderos, el horno, los grifos, la vitrocerámica, la ducha o las ventanas, entre otros.