Limón y Vinagre: el truco para tener unos azulejos completamente blancos

Recupera la limpieza de tu baño en simples pasos

En muchas ocasiones tenemos por casa productos de alimentación o cuidado personal que también pueden servir como grandes limpiadores para el hogar. Una de las partes que más guerra suele dar a la hora de limpiar tu casa es el baño. Ya sea la ducha, el lavamanos o las paredes, suelen tener tendencia a ganar suciedad, ya que, en la mayoría de los casos, los blancos y colores claros son los predominantes.

Para terminar con la suciedad en el lavabo, los productos tradicionales, en algunos casos, no son suficientes para atajar el problema, siendo necesario buscar una solución alternativa. Tampoco hace falta recurrir a material de limpieza profesional, ya que con algunos de los productos típicos del hogar, se puede realizar la tarea a la perfección.

Y estamos hablando de dos en concreto, como son el vinagre y el limón. Ambos, además de presentarse como una alternativa muy efectiva a las manchas y suciedad de los azulejos, también supone una opción más natural y que no representa un peligro para la salud como pueden ser algunos de los productos típicos de limpieza.

La suciedad acumulada por el paso del tiempo o el típico color amarillento de unos azulejos antiguos puede ser sustituida por un blanco total con este fantástico truco de limpieza con el que ahorraras tiempo y dinero.

Vinagre, limón y bicarbonato

Para conseguir una limpieza absoluta en los azulejos del baño, lo primero que tienes que hacer es juntar en un mismo recipiente vinagre blanco y limón. Una vez realizada esta mezcla, tan solo tienes que frotar los azulejos con una esponja, presionando con ella para extraer esa suciedad. También puedes usar un cepillo de dientes para extraer los rastros oscuros de las juntas.

Otra de las alternativas, si quieres lograr un mayor brillo, es añadirle a bicarbonato al vinagre y el limón. Además, esta mezcla puede servirte para otras cosas como quitar los restos de comida de los platos o cubiertos. Es aconsejable en ambos casos usar vinagre blanco en vez de vinagre puro, ya que este último puede dañar las superficies.

De esta forma puedes tener un baño completamente impoluto con dos simples productos del hogar y sin tener que asumir gastos extra ni usar productos específicos para cada parte del baño. El vinagre y el limón solucionan estos problemas.