Un folio en la nevera: el desconocido método para garantizar que tu electrodoméstico está funcionando bien

Así es como debes aplicarlo

Una mujer abriendo una nevera

Una mujer abriendo una nevera

La nevera es uno de los electrodomésticos imprescindibles de cualquier casa así como el que más usamos. Y es que el frigorífico funciona las 24 horas del día durante los siete días de la semana. Siempre está conectado y nunca descansa, lo que supone que la probabilidad de que en algún momento sufra fallos o de que dé problemas con su rendimiento es bastante considerable y, desgraciadamente, también bastante probable.

Llevar a cabo de forma regular una limpieza del electrodoméstico es necesario si queremos alargar lo máximo posible su vida útil, sin embargo, muchas veces esto por sí solo no es suficiente. Al igual que la desinfección de la nevera es fundamental, el mantenimiento y las revisiones periódicas son una tarea obligatoria para que su desempeño sea óptimo.

Es lógico y completamente normal que con el paso del tiempo y el uso habitual, la nevera pueda ir disminuyendo su rendimiento. Normalmente notarás fácilmente esos síntomas. Por ejemplo, si tu factura de la luz se dispara, si los alimentos que tienes guardados se ponen malos más rápidamente, si se forman bloques de hielo en la parte de refrigeración, si la unidad interior gotea…

Las señales que manda el aparato para avisarnos de que algo no va bien son muchas y muy variadas, pero a veces llegan tarde y ya no tienen solución. Por lo tanto, si quieres que la funcionalidad y la vida útil de tu nevera sea la mayor posible, te dejamos un consejo que podría hacerte ahorrar el mal trago y el dinero que supone un frigorífico estropeado. Es rápido, sencillo y muy barato porque solo necesitarás un folio. Se trata de comprobar el estado de las gomas de la puerta de tu nevera. Estas son un elemento clave para que el sellado del electrodoméstico sea hermético y evite escapes de frío y desperdicios de energía.

¿Cómo funciona?

Para poner en práctica este consejo debes abrir la puerta de tu nevera y colocar el folio de manera que una parte quede en el interior y la otra en el exterior. Después, cierra la puerta y, si estando cerrada al tirar de la hoja no sale o tienes que aplicar fuerza para que salga, significa que todo está en orden y no hay nada de lo que preocuparse. Sin embargo, si cuando tiras del folio este sale con facilidad, significa que la goma de tu nevera se ha endurecido y perdido elasticidad provocando que pierda adherencia. Pero, no te preocupes porque puedes hacer que las gomas se expandan y vuelvan a su estado original aplicándoles calor con un secador de pelo a la mínima potencia durante 10 minutos.

Si quieres conocer muchos más trucos como este para que la vida útil de tu nevera se prolongue lo máximo posible y puedas disfrutar de unos alimentos bien conservados, consulta nuestra sección de Decoración