El abogado de origen asturiano Javier Guisasola, encargado de solventar el conflicto con Marruecos a cuenta de Ceuta y Melilla, es un hombre que no escatima en gastos cuando se trata de comodidad. Para su viaje de Rabat a Nador utilizó uno de los lujosos jets de su propiedad, ya que es consejero de la empresa de aeronaves The Jet Society, famosa por sus bellas azafatas, una de las cuales, Adriana Ricardo, fue portada en «Interviú» y protagonizó el calendario de las azafatas desnudas de Air Comet, financiado por el propio Guisasola. Al letrado también le gusta el arte, pero considera poco elegante hablar de dinero, lo que demuestra al asegurar que los dos «goyas» que adornan su despacho de Madrid «son auténticos». En plena «milla de oro» madrileña, su ático de cuatrocientos metros cuadrados, equipado con baños de mármol, comparte ubicación con Yves Saint Laurent y Prada.