La astrofísica malasia Mazlan Othman será designada, dentro de las próximas semanas, embajadora de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el espacio y se encargará de coordinar la respuesta de la Humanidad en el momento en el que se produzca un contacto con una raza alienígena, uno de esos empleos que no se cuenta con ellos aunque se ponga mucha imaginación. Según el experto en derecho espacial Richard Crowther, «cuando (los extraterrestres) nos digan "Llevadme ante vuestro líder", Othman será lo más próximo que tengamos».

La propuesta de Othman para el cargo se debe al gran número de planetas que orbitan alrededor de estrellas descubiertas muy recientemente, lo que incrementaría las posibilidades de que la raza humana contactara con vida extraterrestre inteligente (y es de esperar que más o menos pacífica). El plan para convertir la Oficina de Naciones Unidas para el Espacio Exterior (UNOOSA), en el organismo de coordinación para encuentros con extraterrestres -un sueño que al menos ha dado buenos resultados en materia cinematográfica- será debatido por los comités científicos de Naciones Unidas antes de ser enviado a la Asamblea General.

La designada para representar a la Humanidad en el Espacio y actual directora de la UNOOSA explicará a fondo las competencias de su nuevo cargo en una conferencia que va a dar ante la Royal Society, en el condado de Buckinhghamshire (Inglaterra), la próxima semana.

La astrofísica, en una reunión con sus colegas, según la información del diario británico «The Daily Telegraph», ha indicado que «la constante búsqueda de comunicación extraterrestre mantiene la esperanza de que la Humanidad pueda recibir sus señales algún día. Cuando lo hagamos, deberíamos tener preparada una respuesta coordinada que tenga en cuenta todas las sensibilidades relacionadas con esta cuestión, y la ONU es un mecanismo especialmente diseñado para tal coordinación».

Está en estudio, por otra parte, la modificación de ciertos aspectos legales que regularán tal posible encuentro con seres de otras galaxias. Según el Tratado del Espacio Exterior, aprobado en el año 1967, los miembros de la Organización de Naciones Unidas acordaron que el mejor método para proteger la Tierra de una «contaminación» alienígena pasaría por la «esterilización» de los extraterrestres (si es que se dejaban); pero se espera que la astrofísica malasia, que no se sabe si tendrá un plus en el sueldo por escuchar a ver qué nos dicen desde el espacio exterior, presente una perspectiva algo más tolerante.