"El alto nivel de consumo de carne, confitería y café en Dinamarca está directamente vinculado al 'hygge'", describe Wiking, quien advierte de que la carta del afamado restaurante Noma (cuatro veces calificado como el mejor del mundo) dista mucho de los platos cotidianos en Dinamarca. Comen 48 kilos de carne al año, muchos dulces y tartas y no faltan el vino caliente, el café y el chocolate. Todo muy "hyggelig". No faltan los productos de temporada, de cercanía.

El secreto es que los daneses no sienten que pecan por atiborrarse de pasteles, todo lo contrario: "Hacen que todo sea 'hyggelig', tanto comerlos como prepararlos. Además, aportan un ambiente distendido a cualquier reunión de negocios".