Las promociones de los discos también pueden ser momentos para revelaciones personalísimas. Como lo ha hecho el cantautor mierense Víctor Manuel a un diario de tirada nacional, donde cuenta en una entrevista cómo "He cortado estas flores", la última canción de su nuevo disco, "Casi nada está en su sitio", tiene como trasfondo un drama familiar. "A mi abuelo paterno lo fusilaron en Oviedo. Mi padre casi nunca me habló de ello. El miedo persistió en sus hijos, pero no en los nietos", indicaba ayer en el diario "El País". Víctor Manuel rastreó la documentación sobre la muerte de su abuelo. "Accedí a su caso. Lo habían denunciado unos ferreteros de Mieres por haber robado, según ellos, dos estufas". A juicio del cantante y compositor asturiano la clase política "ha ido a rebufo de un asunto tan doloroso" como el de la memoria histórica. "Lo fusilaron y lo enterraron en una fosa donde dicen que en los alrededores hay 1.800 más sin identificar. Yo iba con mi padre al cementerio de Oviedo y él dejaba unas flores en un lugar indeterminado, a ojo", declaraba al rotativo madrileño. Su padre no tenía clara la verdadera razón por la que el abuelo de Víctor había sido asesinado. "En vez de estufas, creyó que lo habían denunciado por una cesta de huevos. Aun así, cuando nos trajo a Madrid de visita una vez, nos llevó al Valle de los Caídos. Qué cosas, ¿no?". El compositor mierense, cuando cambia su mirada del pasado al futuro, tampoco parece muy optimista: "Vivo entre dudas, en un presente donde resulta crudo manejarse. Todo se mueve alrededor sin que controles nada en mitad de un bombardeo de información que muchas veces no coincide con las preocupaciones reales de los ciudadanos".