Oviedo, J. A. A.

«Siempre es bueno un escenario de acuerdo». El portavoz del Gobierno regional, Guillermo Martínez, valoró en esos términos la repercusión que pueda tener el pacto con IU y UPyD para sacar adelante la nueva ley regional para cumplir el déficit con la negociación presupuestaria que el propio consejero de Presidencia reconoce como inminente.

Martínez salió al paso de los temores expresados por el presidente de la patronal asturiana, Severino García Vigón, acerca de que el aumento de la presión fiscal pueda desembocar en un efecto de deslocalización de empresas en la región. «No conviene mezclar debates. Las marchas de empresas que se han producido en los últimos tiempos en Asturias no responden a la subida de un determinado nivel de impuestos sino a la situación económica», respondió el consejero de Presidencia, que recalcó el empeño del Gobierno regional en que las subidas fiscales tengan carácter progresivo y no afecten de manera lineal al conjunto de la ciudadanía.

El portavoz del Ejecutivo se mostró confiado en la responsabilidad de los agentes sociales «para que el esfuerzo de la concertación tenga un resultado positivo», al tiempo que destacó la disposición demostrada por sus «socios preferentes», IU y UPyD, en la negociación sobre la ley de medidas urgentes en materia de personal, presupuestarias y fiscales, que fueron aprobadas ayer en el Consejo de Gobierno. Esta ley incluye la suspensión de prolongar la actividad laboral de los funcionarios más allá de los 65 años, una medida que tiene alguna excepción como que los docentes no universitarios puedan concluir el curso académico en el que se produzca su jubilación.