El sol y las altas temperaturas volvieron a ser protagonistas ayer en Asturias a lo largo de toda la jornada. Por segundo día consecutivo, los termómetros se elevaron hasta superar los 28 grados en algunas zonas de la región y las playas se llenaron hasta los topes de bañistas que no quisieron desaprovechar uno de los pocos días de tregua que deja una primavera que será recordada como la más fría y lluviosa de los últimos años. «Hay que disfrutar mientras se pueda, porque este año el tiempo está loco y todo puede cambiar de un momento a otro», asegura María Jesús Fuentes, una ovetense que ayer disfrutaba del sol sentada en la plaza de la Gesta.

No le faltaba razón. Si a los expertos no les fallan los cálculos, en el momento en el que este diario llegue a los quioscos las nubes volverán a estar presentes en Asturias y el sol sólo podrá contemplarse con anhelo en las fotografías que acompañan al texto. No en vano, la Agencia Estatal de Meteorología prevé para hoy cielos muy nubosos con altas probabilidades de lluvia, sobre todo por la mañana. Las temperaturas mínimas seguirán estables, no es que vaya a hacer frío, pero las máximas bajarán de nuevo como antesala de un final de semana en el que el sol brillará, pero por su ausencia. «Dicen que da malo para todo lo que queda de semana y para el principio de la siguiente. Esperemos que el hombre del tiempo se equivoque, pero viendo cómo ha venido toda la primavera, me parece a mí que no va a fallar», sospecha José Luis Martín, un joven de Oviedo que ayer caminaba por la ciudad en pantalones cortos y en mangas de camisa.

El pico más alto en cuanto a temperaturas se registró ayer en Pola de Somiedo, donde se alcanzaron los 28,7 grados. En Aller hubo 27,5, al igual que en Tineo. En Gijón se alcanzaron los 22 grados y en Oviedo el termómetro llegó a superar los 25 en algún punto del día.