Un agente del puesto de la Guardia Civil de Noreña, el madrileño C. M. E., sufrió graves lesiones el 14 de julio de 2011, después de ser arrollado por un tren de mercancías mientras perseguía a un individuo que acababa de intentar robar chatarra en una empresa de Meres (Siero). Tanto el fiscal como la acusación particular sostienen que el hombre a quien perseguía, un gitano cuya identidad se corresponde con las iniciales A. M. M., empujó al agente contra el tren. El guardia estuvo a punto de morir a consecuencia de aquel percance en acto de servicio. Debido al impacto, sufrió perforación de pulmón, la fractura de numerosas costillas y la rotura íntegra de la pelvis. La víctima tuvo que pasar por la uvi y arrastra secuelas de aquella accidentada persecución, que le han obligado a retirarse de forma anticipada, con 32 años.

A. M. M. está acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa, por el que el fiscal pide la pena de ocho años de prisión, que la acusación particular, a cargo del letrado Ignacio Manso Platero, eleva a diez años. Además pide una indemnización de 114.000 euros, según indicaron fuentes cercanas. La vista del juicio se celebrará del 18 al 20 de este mes en la Sección Segunda de la Audiencia de Oviedo.

El acusado por estos hechos ha contratado a un abogado muy mediático, el madrileño Marcos García Montes, que pedirá la libre absolución de su defendido. En la vista también se juzgará a otros dos individuos, un gitano y un brasileño, que no participaron en la agresión al guardia, aunque están acusados de una falta de hurto en grado de tentativa, por la que el fiscal pide una condena de ocho días de localización permanente. Estos dos acusados fueron asistidos por los letrados Luis Juesas y Antonio Peralta.

Los tres presuntos ladrones fueron sorprendidos cuando intentaban llevarse las baterías de unos camiones. Al verse descubiertos, los ladrones emprendieron la huida por las vías del tren, contiguas a la nave. El agente C. M. E. salió tras ellos. Fue el momento en que habría sido empujado por el acusado. Tras recibir el impacto del tren, cayó por un terraplén de unos cinco metros.