Amaya P. GIÓN

La magistrada del Juzgado de lo social número 1 de Oviedo responsabiliza a Ferrocarriles de Vía Estrecha (Feve) de la muerte de un praviano, Arturo A. M., que falleció electrocutado el 17 de septiembre de 2007 en Cartagena (Murcia) al manipular un cable que se descolgó sobre una vía del tren. La compañía presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que ha vuelto a dar la razón al laboralista avilesino Marco Antonio Iglesias, que representa a la viuda y a la hija del fallecido. Los hechos ocurrieron como a continuación se detallan, siempre según los hechos que ha considerado probados la titular del Juzgado ovetense.

Arturo A. M. trabajaba para Feve desde agosto de 1981 con el cargo de obrero especializado. Cuando ocurrieron los hechos llevaba varios años destinado en Cartagena. A las siete de la madrugada del 17 de septiembre de 2007 el jefe de estación de esta localidad se puso en contacto con el delegado de la empresa en esa comunidad comunicándole que en el punto kilométrico 18,53 de la línea Cartagena-Los Nietos un tren se había encontrado un cable suspendido sobre los raíles de la vía. El cable se había desprendido de una torreta de alta tensión y, al pasar el convoy, quedó tendido sobre la vía, impidiendo el paso de más trenes.

Arturo A. M. y un capataz, ambos trabajadores de Feve, escucharon por la emisora interna lo ocurrido y se pusieron en contacto con el delegado de la compañía para comunicarle que iban a acudir a comprobar el estado del cable. Una vez que llegaron a la vía, intentaron izar el cable con una pértiga, sin éxito. Al comprobar que el conducto se encontraba sobre la vía y no saltaban chispas, consideraron que no tenía tensión e intentaron romperlo. Arturo A. M. sujetó el cable por ambos lados sobre uno de los raíles mientras el capataz lo golpeaba con una piedra. El conducto quedó sujeto sólo por unos hilos. El praviano cogió entonces el cable con ambas manos e intentó romperlo del todo. En el momento que consiguió partirlo, se produjo una descarga eléctrica que lo tiró al suelo. Fue su propio compañero y dos policías quienes intentaron socorrerlo, sin éxito. Arturo A. M. falleció allí mismo. Tenía 50 años. Dos días después fue enterrado en la colegiata de Pravia.

Una vez abierto el proceso judicial por la muerte del asturiano, la Inspección de Trabajo levantó un acta de infracción calificando los hechos como infracción muy grave y proponiendo para la empresa una sanción de 40.986 euros. La Dirección Provincial de Asturias del Instituto Nacional de la Seguridad Social dictó el pasado julio una resolución en la que responsabilizó a Feve del suceso por falta de medidas de seguridad e higiene en el trabajo. Ahora es el TSJA el que da por buena la sentencia que responsabiliza a Feve de la muerte del praviano. Queda por determinar el recargo de prestaciones y la correspondiente indemnización que la compañía tendrá que abonar a la viuda y a la hija del trabajador, explicó el laboralista avilesino Marco Antonio Iglesias.