Luanco / Candás, B.F / I. G.

Los trabajadores de la Mancomunidad del Cabo Peñas han rechazado realizar un análisis sobre el futuro del ente supramunicipal que comparten Carreño y Gozón, todo ello, pese a que sus puestos de trabajo penden de un hilo y más aún desde que los populares de ambos concejos y Foro Asturias hayan propuesto disolver la administración comarcal.

Los empleados dudan además si podrán mantener sus puestos de trabajo a partir del próximo mes de enero de 2013. Según los sindicatos de ambos municipios, y tal y como establecen los estatutos de la mancomunidad, aquellos trabajadores que tengan un contrato fijo tendrán que ser obligatoriamente absorbidos por ambos Ayuntamientos. Eso deja en la peor posición al personal laboral con contrato definido, que perderían su puesto de trabajo y pasaría a engrosar la larga lista de desempleados

Los trabajadores de la Mancomunidad del cabo Peñas viven en una situación de incertidumbre desde hace, al menos, dos años. Precisamente, en septiembre de 2010, el Ayuntamiento de Carreño alertó de que el Consistorio de Gozón tenía impagos con la Mancomunidad y eso obligaba a que los trabajadores del ente tuvieran dificultades para cobrar. Un año más tarde, en septiembre de 2011, se destapó que la deuda del Consistorio gozoniego con la Mancomunidad era de 273.866 euros, lo que traía consigo que el órgano comarcal tenía las cuentas a cero.

Ahora, en septiembre de 2012, los trabajadores siguen con esa incertidumbre y más aún cuando los favorables a la disolución sólo plantean mantener la piscina mancomunada de Antromero y el servicio de medicina deportiva.