Los novatos se llevaron el premio del público en el certamen de la canción marinera de Luanco. La agrupación vinculada al bar El Patio de Luanco logró llevarse el reconocimiento en la votación secreta realizada por los asistentes a una gala que se celebró ayer por la tarde en el muelle luanquín. Allí actuaron los distintos coros populares que durante las fiestas del Socorro llevaron música de habaneras por los establecimientos de la localidad. Los de El Patio concurrían por primera vez, pero fue llegar y besar el santo.

"Esta es una excelente oportunidad para acercar la cultura musical a la gente", aseguraba ayer Maite García Heres, de 29 años, directora de la agrupación coral que logró el premio. La ocasión de acudir a este certamen, que ayer cerró su edición número 32, surgió de la Escuela de Música de Gozón, en la que Maite García Heres imparte clases de piano, coro infantil y movimiento. "Hace tres años tuvimos la idea de hacer un coro de adultos con los padres de los niños. Este año, como no había demasiada gente, organizamos unas jornadas de puertas abiertas para que se apuntase quien quisiera", explica la directora de la formación musical.

En total, 23 adultos se animaron a participar en la que es una de las citas musicales con sabor más tradicional de Luanco. "La mayoría de los participantes no había cantado nunca en un coro; empezamos a ensayar en enero y hasta hoy", afirmó.

El cierre del certamen de habaneras de la capital gozoniega tocó ayer a su fin con la gran gala que se celebró en la explanada del muelle luanquín a partir de las siete de la tarde. En ella participaron los cinco coros que cantaron en los bares de la villa.

La asociación "Luanco recuperación de tradiciones", promotora de esta singular y musical iniciativa, entregó en el transcurso de la gala la distinción "Fato del año". Este año recayó en el coro "El León de Oro" y su cantera por la difusión de Luanco a través de la cultura. Recibió el premio la directora de los "peques" de la agrupación, Elena Roso. Fue precisamente el León de Oro, un coro galardonado internacionalmente y que constituye la enseña coral de Luanco, el que cerró la gala.

El certamen volvió a dejar un buen sabor de boca. "Ha sido una buena experiencia", aseguró Soledad Rodríguez, directora del coro del bar El Muelle, que por tercer año concurría a una actividad que consigue que Luanco suene como antes.