Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El futuro a corto plazo de las dos factorías que Rioglass Solar tiene en funcionamiento en la comarca del Caudal no depende únicamente de la negociación abierta para intentar reducir el número de despidos, que en apenas una semana han sido recortados de 91 a 46. La dirección de la multinacional han planteado que, independientemente del número de bajas que se produzcan, las plantillas de las fábricas de Mieres y Lena serán reguladas de empleo hasta, «como poco», el próximo mes de julio. Es decir, el ERE que se arrastra desde agosto será prorrogado otros ocho mes más. Ahora bien, la compañía ha suavizado el golpe, puntualizando que la regulación será rotatoria. De esta forma, los sindicatos esperan poder «proteger» a los empleados que ya han consumido gran parte de su cobertura por desempleo, ya que en estos momentos hay trabajadores a los que únicamente les quedan dos y tres meses de paro.

La dirección de Rioglass Solar y el comité de empresa de las fábricas de Mieres y Lena se volverá a reunir hoy por la mañana en Sovilla para intentar seguir avanzado en un acuerdo que satisfaga a ambas partes. El plan de despidos ha centralizado toda la atención, pero a debate se han traído otros temas de peso. La empresa anunció también que los empleados que permanecerán en plantilla, según los últimos avances unos 120, serán de nuevo regulados durante ocho meses más. Teniendo en cuenta que esta crisis llega tras un ERE de cuatro meses, esta medida significa, de concretarse finalmente, que las fábricas de la comarcan habrán permanecido, cuando acabe el proceso, sin apenas actividad durante todo un año. Muchos trabajadores no llegarán al próximo verano con la cobertura de la prestación por desempleo. «Llevamos muchas regulaciones a nuestras espaldas y hay compañeros a los que apenas les quedan dos y tres meses de paro», señalaron fuentes del comité de empresa. José Daniel González, representante del SOMA-FITAG-UGT, reconoce que este es un problema que preocupa al comité de empresa, pero que espera se pueda solventar evitando situaciones límite: «El ERE afectará a un parte de la plantilla y por lo tanto habrá rotaciones», indicó. Y añadió: «Buscaremos el sistema de proteger a los que menos cobertura de paro tienen, evitando que queden en casa cuando ya no tengan prestación». La actividad que mantengan las factorías de Mieres y Lena durante los próximos meses dependerá, en buena pedida, de que se concrete el suministro de un pedido de 340.000 espejos para Sudáfrica.

Los sindicatos también están negociando que los trabajadores que finalmente sean despedidos disfruten de una indemnización lo más alta posible. Según lo acordado en la última reunión, en la fábrica de Mieres se abordarían 36 despidos, sobre una plantilla de 75. En principio, esta planta iba a cerrar. En Villallana, los 16 despidos iniciales quedaron ayer en 10. Los sindicatos consiguieron que la empresa asuma pagar 30 días por mes trabajado a los empleados que finalmente se vayan a la calle. En un primer momento, la multinacional ofreció 25 días. Las centrales están reclamando una indemnización de 45 días.