Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El Ayuntamiento de Carreño paga desde hace meses una multa coercitiva de 400 euros que un juez de Gijón le impuso al alcalde de Carreño, Ángel Riego, por no ejecutar una sentencia de 2006. Dicha sentencia obligaba al Alcalde a derribar parcialmente una vivienda familiar ocupada situada en el número 5 del Camino del Faro de Candás. Debido a dificultades en la redacción del proyecto y en la contratación de las obras de derribo, que aún no se han efectuado, el regidor aún no ha ejecutado la sentencia, por lo que el juez optó por imponerle una multa coercitiva reiterada hasta que se cumpla.

La vivienda del Camino del Faro fue construida hace ocho años incumpliendo la reglamentación urbanística en lo referente a las alturas, motivo por el cual el juez resolvió que debe derribarse su cubierta.

Tres años después de que la sentencia de derribo saliese firme de los Juzgados, el Alcalde aún no la había ejecutado, motivo por el cual el magistrado de la sala 1 de lo Contencioso-Administrativo de Gijón le impuso una multa el pasado mes de mayo. El juez responsabilizó directamente al Alcalde de la ejecución de la sentencia, del mismo modo que le impuso la multa también a título personal, mediante un auto fechado el 10 de junio.

Sin embargo, según fuentes municipales, la multa no la está pagando Ángel Riego, sino el propio Ayuntamiento de Carreño, ya que estimaron los técnicos de la casa que el Alcalde no tiene que responder patrimonialmente ante el juez. La multa, que se está pagando desde el mes de septiembre, se reiterará mensualmente hasta que se ejecute la sentencia.

El problema ahora es que ningún contratista quiere hacerse cargo de las obras de derribo, después de varios ofrecimientos por parte del Ayuntamiento. De hecho, el proyecto tuvo que ser encargado a un arquitecto belga, después de que el Colegio de Arquitectos de Asturias descartase designar uno y los cuatro a los que se les hizo el ofrecimiento lo rechazaran.