La artista y ceramista naveta Carmen Montes expone hasta finales de mes en el Museo de la Sidra, en Nava. En una sorprendente instalación realiza un «mágico y apasionante viaje» que empieza y termina en una playa, pero que muestra sus dos caras: la lúdica, en la que una pareja disfruta tomando el sol, y la más cruda, a la que llegan exhaustos inmigrantes buscando un mundo mejor tras la miseria que dejaron en su país de origen, informa M. MENÉNDEZ.