Los caprichos del calendario han querido que coincidan en el tiempo en el concejo de Siero dos de las fiestas más señeras del calendario: la de Nuestra Señora de la Salud en Lieres y la de Nuestra Señora del Buen Suceso en El Carbayu, Lugones. Ocurrió en la mañana de ayer, en la que el municipio se convirtió en un centro de devoción mariana de Este a Oeste.

La capilla del Buen Suceso celebraba a primera hora una ofrenda floral y, posteriormente, la misa y procesión. Para la ocasión, la comisión de festejos tenía preparada una novedad, que fue muy bien recibida por los fieles: fue una misa cantada. El cantante Joaquín Pixán, acompañado por la gaita de Bras Rodrigo y el tambor de Lorena G. Prieto. Juan Bautista Cima, de la comisión de Festejos, insistió en que éste fue "uno de los momentos importantes de la fiesta de este año". Él y Manuel Antonio Rodríguez, "Manolito El Pegu", los dos pilares de la fiesta, asistieron a la misa y comprobaron satisfecho que ha calado entre los feligreses. Tras la misa, la imagen de la Virgen salió en procesión por el entorno de la capilla y el prau de la fiesta, llevada en andas por las fieles y regresó para dar por concluida la ceremonia religiosa.

Una hora antes del comienzo de la misa de Lugones, se celebraba la ceremonia religiosa en el santuario de Nuestra Señora de la Salud de Lieres. "Esta es una fiesta muy emocionante; yo vengo todos los años a ver a mi Virgen, se lo prometí hace tiempo después de recuperarme de una operación y no fallo nunca", aseguraba antes de la celebración Rocío Blanco, de Oviedo. En la explanada del santuario se congregaron cientos de personas de todas las edades para asistir a la misa.

La Virgen salió también en andas del santuario para recorrer el entorno de las viviendas de Solvay en procesión, precedida por pétalos de rosa y anunciada con cohetes.

Así como El Carbayu tiene un carácter más local, si bien asisten devotos no solo de Lugones sino también de su entorno, en Lieres es habitual encontrarse gente de toda Asturias. En cualquier caso, está claro que las fiestas, tanto en la parte religiosa como en la puramente festiva, están entre las más aceptadas del concejo todos los veranos.