Si no tiene vivienda en Carreño y quiere veranear en el concejo durante el verano dese prisa, porque la oferta de inmuebles en alquiler para los meses de verano es escasa. O, al menos, eso atestiguan los principales portales inmobiliarios de internet y las agencias físicas del municipio. Y es que, pese a la crisis económica, las nuevas fórmulas de ocio o los vuelos baratos, Candás sigue siendo uno de los referentes turísticos del Principado. Actualmente en el concejo se pueden encontrar en torno a 20 viviendas para arrendar, una cifra que según expertos en el sector "es baja", ya que durante los meses de invierno el parque inmobiliario carreñense ofrece "entre 30 y 50" estancias de manera habitual.
Pese a que la demanda es superior a la oferta, el precio de la vivienda de alquiler en Carreño contradice los principios económicos; es decir, el valor del metro cuadrado no ha subido, sino todo lo contrario. "Actualmente nos encontramos en precios similares a los que había en 1997. Muy lejos de las cifras en las que nos movíamos antes de la crisis", explica Patricia Martínez, agente inmobiliaria de Candás. "Los pisos que ahora se alquilan por 450 euros, antes tenían un precio de unos 550 euros, y el que costaba 450 ahora se encuentra en unos 380", agrega.
Según Martínez, esta tendencia viene marcada porque los arrendadores "han asumido que los precios son los que son", tras el largo período de recesión económica. "Los propietarios ya se preocupan más de las garantías de pago que le pueda ofrecer el arrendatario que del precio en sí. Prefieren que sea una persona seria que no les vaya a dar problemas que ganar 1.000 euros más al año", asegura Martínez.
Ahora mismo se pueden encontrar pisos desde 320 euros, en la zona de la avenida del Ferrocarril, hasta casas que superan los 1.000 euros en diferentes localizaciones del concejo. Las zonas más cotizadas para los alquileres de todo el año son San Félix, Piñeras y el centro peatonal de Candás, mientras que las zonas próximas al paseo marítimo son las más demandadas por los turistas. "Además de la ubicación, lo que marca las diferencias a la hora de alquilar un inmueble es la disponibilidad de garaje y trastero. Sobre todo en verano, cuando estacionar se vuelve muy complicado", afirmó Martínez.
Esta visión es refrendada por Gemma Mier, también involucrada en el sector inmobiliario del concejo. "Hoy en día alquilar un piso en Carreño por más de 450 euros me parece imposible. Hace diez años se cotizaban mucho más altos, pero tras la crisis el precio ha bajado considerablemente", reseña.
En lo que sí parece estar cambiando la dinámica es la preferencia en la duración de los alquileres por parte de los propietarios. "Antes a la gente le gustaba alquilar durante los meses de verano, porque le sacaban un buen pellizco a la temporada estival, pero ahora mismo prefieren la seguridad de tener el piso cubierto durante los doce meses y evitar tener que hacerse cargo de los gastos de comunidad y suministros", relata Martínez.
Al contrario de lo que ocurre en Carreño, el concejo vecino de Gozón ha esquivado esta dinámica de bajada de precios, al menos durante los meses de verano. Y es que la cotización de los inmuebles en la capital del concejo y alrededores es superior a la carreñense. Este comportamiento en la valoración de la vivienda lo achaca Martínez a disponer "de mejor playa". "En su momento aquí se debería haber apostado por mejorar los arenales para atraer al turista. No se hizo, y percibimos que Luanco nos está llevando la delantera en este sentido", sentencia.
En lo que ambas profesionales también notan una cambio de tendencia es en la venta de inmuebles. "Parece que vuelve a haber gente interesada en adquirir antes que alquilar", coinciden.
