Oviedo / Pola de Lena,

Agencias / J. VIVAS

Los mineros decidieron llevar ayer su protesta a Oviedo. Unos 2.000 trabajadores acudieron hasta la Delegación del Gobierno para apoyar la concentración que habían convocado al mediodía los sindicatos en contra de la reforma laboral. Tal fue la avalancha minera, que la principal reivindicación pasó a un segundo plano y se centró en la protesta por el recorte que el Gobierno pretende aplicar al sector: una rebaja del 64% en las ayudas que fue refrendada, el pasado miércoles, en el Congreso con el rechazo a todas las enmiendas al proyecto de presupuestos. Además de la protesta en la capital ovetense, los mineros mantuvieron cerradas por la mañana las principales vías de la región, con retenciones kilométricas.

Los mineros encontraron en Oviedo el apoyo de los secretarios generales de UGT y CC OO en Asturias, Justo Rodríguez Braga y Antonio Pino, así como del secretario de Organización de USO, Jorge Gallego. Braga acusó al Gobierno del PP de «crear la tormenta perfecta en Asturias», con la crisis de la minería, junta a las generadas en la metalurgia y en el sector servicios. En su opinión, los recortes «pueden llevar a las comarcas mineras al ostracismo y no lo vamos a permitir». Similar parecer es el de Antonio Pino, quien aseguró que el Ejecutivo central «nos quiere chulear entre 800 y 1.000 millones de euros, fundamentales para la reactivación de las comarcas mineras». Mientras que Gallego manifestó que «lucharemos con los mineros para que no les cierren las minas».

Los responsables sindicales mantuvieron un encuentro con el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, al que le trasladaron su reivindicación. Tal y como explicaron a la salida, de Lorenzo «se comprometió a enviar nuestra petición a Madrid. El Delegado nos aseguró que está enviando misivas con las protestas que le llegan de forma continua».

Los alcaldes mineros tampoco dejaron de lado al sector y acudieron a la concentración de Oviedo, a pesar de no estar convocados. Langreo, Mieres, San Martín del Rey Aurelio, Laviana, Morcín y Sobrescobio estuvieron representados por sus regidores. Esther Díaz, de Langreo, dejó claro que su presencia ayer «es como representación de nuestros vecinos y los intereses de las comarcas mineras ante la actitud intransigente y soberbia del PP». La Alcaldesa pidió a los populares que «escuchen nuestro planteamiento y no hagan abuso de esa mayoría absoluta que los ciudadanos les han otorgado».

La concentración transcurrió sin incidentes, arropada por una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad, que velaron por la buena marcha de la protesta. Pasada una hora, los sindicatos mineros tomaron la iniciativa de encabezar una marcha que tuvo como destino la sede regional del PP, ubicada en la calle Manuel Pedregal. Se echó en falta la presencia del secretario general del SOMA-FIA-UGT, José Ángel Fernández Villa, quien un día antes había participado activamente en las movilizaciones mineras. En su lugar intervino José Antonio Menéndez Barriada, secretario de Acción Sindical, quien acusó al PP de mantener dos posturas totalmente contrapuestas respecto al carbón. «Antes de las elecciones defendían el sector, afirmaban que tenía que pervivir, y ahora no hacen la misma defensa», afirmó.

La postura del secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Maximino García, seguía en la misma línea que la del SOMA. «El PP está haciendo una política de doble lenguaje», aseveró el sindicalista y afirmó que, con los recortes planteados en el sector, «se han convertido en unos cuatreros de la política». Los manifestantes, cuya tensión llegó a su punto álgido al hallarse ante la sede del PP, lanzaron graves insultos contra sus dirigentes. También tiraron huevos y pintura azul que cayeron a los pies de una treintena de agentes antidisturbios que velaban por la seguridad de los populares. Tras pasar poco más de media hora, la concentración se disolvió.

Las protestas en Oviedo supusieron ayer el culmen de la segunda jornada de huelga de los mineros, que volvió a ser secundada en todos los centros de trabajo, tanto públicos como privados. Los cortes afectaron, principalmente, a la autopista del Huerna, que fue clausurada durante horas por los mineros en Campomanes (Lena) y La Magdalena (León). Los cierres también se produjeron, al igual que ocurrió en la jornada anterior, en la carretera con más tráfico de la región, la «Y», a la altura de la gasolinera del Montico (Carreño); y en la N-632 (la carretera de La Coruña) en la rotonda de Muros de Nalón. Los piquetes, a excepción de La Magdalena, arrancaron a las ocho de la mañana y se mantuvieron durante dos horas y media. Como consecuencia de estos bloqueos se produjeron retenciones kilométricas y se dieron casos como un del ciudadano de origen ecuatoriano, Juan Carlos Remache. Este hombre viajaba en un autobús con destino a Madrid cuando fue detenido en la barricada de Campomanes. Su intención era coger un avión en la capital hacia su país que salía a las cuatro de la tarde. Al percatarse de que podía perderlo, no dudó en acudir hasta los manifestantes para solicitarles que permitieran el paso de su autobús. No logró su cometido y, al igual que el resto de vehículos, tuvo que esperar a que se abriesen las barreras pasadas las diez y media de la mañana.

El corte en La Magdalena se produjo en torno a las once de la mañana y permitió el paso de los vehículos a la una de la tarde. No fue el único piquete en la provincia leonesa. Los mineros también cortaron durante dos horas la A-6 y la N-VI, que unen La Coruña y Madrid, a su paso por Camponaraya. Los bloqueos en las vías de comunicación llegaron hasta Teruel. Los trabajadores aragoneses quemaron neumáticos en dos puntos de la carretera N-232, que comunica Valencia con Cantabria a su paso por la localidad turolense de Alcañiz.

También se mantienen «muy bien de ánimo, con buen humor y la moral alta» los ocho mineros que permanecen encerrados, desde el pasado lunes, en el pozo de Santa Cruz de Uminsa, ubicado en Santa Cruz del Sil, en la comarca leonesa del Bierzo. Así lo manifestó Guillermo Sánchez, presidente del comité intercentros de Uminsa. Los mineros decidieron permanecer en la mina de forma voluntaria a la conclusión de su turno de mañana el pasado lunes.

No es la primera vez que los trabajadores de las minas de grupo de empresas propiedad de Victorino Alonso, presidente de la patronal Carbunión, deciden medidas de protesta por su cuenta, ya ocurrió lo mismo durante las huelgas de septiembre de 2010. Entonces se encerraron mineros de las minas de Guardo (Palencia) y Tremor de Arriba (León).

Justo R. Braga

Antonio Pino

Esther Díaz