Iberdrola no se replantea el cierre de la central térmica de Lada. Fuentes de la compañía aseguraron ayer que el permiso de clausura de las instalaciones langreanas fue presentado en el Ministerio de Energía y que se espera la respuesta.

Tampoco ha concretado cuáles son las soluciones conjuntas que propondrá al Ayuntamiento de Langreo para lograr "la atracción de empleo y la mejora del tejido productivo en la zona" tras el cierre. Este ofrecimiento fue realizado en una carta firmada por Fernando Sahelices, de Iberdrola Generación, al alcalde, Jesús Sánchez. En la misiva se destacó además que el cierre de la térmica de Lada producirá "beneficios medioambientales" y que no afectará al precio de la luz ni a la seguridad del suministro energético.

Entre las razones que esgrime figura que la normativa publicada el pasado mes de agosto haría "inviable medioambientalmente" a esta planta al endurecerse desde agosto de 2021 los límites de emisión. Los cálculos ofrecidos por la compañía tras anunciar el cierre apuntan a que los trámites llevarían un año aproximadamente, que empezaría a contar una vez logrado el permiso del Gobierno central para que cese la actividad.

El desmantelamiento de las instalaciones tardaría otros cuatro años más. Iberdrola no sólo cerrará la térmica ubicada en Langreo. La central de Velilla (Palencia) está afectada también por la medida. Son las dos últimas centrales de carbón que tiene la multinacional.