Madrid, ÁREA 11

Las facilidades defensivas y la nula eficacia en ataque llevaron al Marino a sufrir la derrota más clara de la temporada. El gol tempranero de Saúl marcó el partido, que el Atlético casi sentenció al borde del descanso con el 2-0, después de unos minutos en los que los de Luanco rozaron el empate. Jonathan, inspirado en las jornadas anteriores, desperdició dos claras oportunidades, salvadas por un magnífico Bono. El 3-0, en un saque de esquina, fue el mejor ejemplo de la debilidad en defensa del equipo de Quirós, que suma su quinto partido sin ganar

Tras tres empates seguidos a un gol, el Marino se desplazaba al Cerro del Espino a enfrentarse a un Atlético de Madrid B en puesto de promoción de descenso. El filial rojiblanco pasaba por problemas, ya que sólo había conseguido un punto en los últimos tres encuentros disputados. Quizá por eso, los jugadores de Alfredo Santaelena salieron revolucionados y ya en el minuto 6 lograron su objetivo: un centro por la derecha de Kader era rematado espléndidamente en el segundo palo de cabeza por Saúl. El tempranero gol no rompió los esquemas del Marino que siguió buscando a Juanma dentro del área atlética.

El empate lo tuvo Jonathan en el 14. Se encontró un rechace en el área pequeña y su disparo a bocajarro fue despejado por el meta Bono. El Marino buscaba el empate descaradamente, mientras que el Atleti ya había perdido la fuerza con la que salió al campo. En el 19, un disparo desde la frontal del capitán Castaño hizo que Bono tuviese que despejar con muchos apuros a córner. El campo estaba rápido por la gran cantidad de agua que había caído y los disparos rasos se endiablaban.

Los asturianos se hicieron dueños del balón, mientras que el Atleti B se dedicaba a contener las embestidas del Marino. Sin embargo, pocos minutos antes del descanso, un contragolpe de libro llevado por Pedro acababa con un pase en profundidad a Gerard, que no perdonaba ante Rafa Ponzo. Jonathan pudo recortar en el descuento en un mano a mano ante Bono, pero no supo cómo batirle.

Sin cambios tras el paso por vestuarios, Juanma seguía con su lucha en solitario, mientras que los colchoneros no perdonaban y Saúl, a la salida de un córner, remataba de cabeza a gol consiguiendo el 3-0 en el 55.

Quirós realizó un doble cambio con el fin de reaccionar ante la superioridad rojiblanca. Pablo Hernández y Espina se incorporaron en lugar de Castaño y del desafortunado Jonathan. El partido se tornó pesado y espeso, ya que el partido estaba sentenciado. La salida de Enol tampoco se notó en exceso, ya que el Atleti B no asumía más riesgos que los necesarios.

En el 77, un remate de Juanma muy desviado servía para dejar destellos de que el Marino seguía en el campo y que por lo menos intentaban conseguir el llamado gol del honor. El delantero asturiano estaba desesperado ya que era un islote entre la atenta zaga rojiblanca. Cuando el árbitro pitó el final, cabizbajos se retiraron los asturianos ante la claridad de la victoria colchonera.

El entrenador del Marino, José Luis Quirós, no se anduvo por las ramas: «El partido se puede ganar, perder o empatar, pero con esta pobre imagen que dimos, no. No porque hayamos jugado mejor o peor, sino por la falta de agresividad, la blandura del equipo de salida. Sabíamos que es un filial con calidad, un equipo rápido. No voy a decir que es la primera vez que nos ocurre este año, pero espero que sea la última porque nosotros somos un equipo modesto y debemos estar al cien por ciento». Quirós añadió: «En la primera parte hemos tenido tres o cuatro ocasiones clarísimas y parecía que no la queríamos meter. A partir del tercer gol, el árbitro pudo haber pitado el final. Casi me han salido los colores como responsable del equipo por la pobre imagen, por la blandura y la falta de agresividad que se necesita en esta categoría. No lo puedo entender».