Para Rubén Sánchez, el Avilés Stadium es una pasión que no se puede medir en kilómetros. Y menos después de su periplo de este fin de semana, cuando agarró el coche el sábado para plantarse en su ciudad natal para ver el domingo a su equipo ascender. "Mereció la pena. Hicieron un partido redondo y ante un Llaranes que no puso las cosas nada fáciles", explicó Sánchez, uno de los socios fundadores de la entidad blanquiazul.

Avilesino de nacimiento, y exseguidor del Real Avilés Industrial (lo remarca especialmente), Rubén Sánchez es reincidente. Para él no es nada nuevo viajar desde la capital de España para seguir a un equipo que juega en Primera Regional, la sexta categoría del fútbol nacional en Asturias. "Recuerdo que estuve en el primer partido que jugaron en su historia, contra el Hispano en Ferrota", señala sobre el primer duelo del Stadium, el 15 de agosto de 2015, que terminó ganando por dos goles a tres, tras empezar perdiendo.

A sus 36 años, Rubén Sánchez reside en Madrid desde el 2006, donde compagina su labor de historiador con un trabajo en una notaría. No obstante, a pesar de la separación física con Avilés, el espíritu futbolero lo ha recibido en casa desde bien pequeño. Su padre fue Manuel Ángel Sánchez, directivo del Avilés, a quien Pepe Frana le ganó las elecciones en 1989. Su tío fue Mariano Bartelmi, portero del Zaragoza y del Ensidesa, entre 1965 y 1971. "Lo cierto es que esta locura tiene sentido porque la hago con mi primo, Eduardo García. Ir los dos juntos le da un valor incalculable a todo. Sin su apoyo nada de esto sería posible. Además, fue muy emotivo porque después del partido felicitábamos a los jugadores y nos decían que no, que esto era nuestro", explicó.

"Seguía antes al Avilés, cuando jugaba cerca de Madrid, también viajaba hasta Burgos o Guijuelo, en la provincia de Salamanca", apuntó. "Sin embargo, todo lo que ha pasado desde la entrada de Tejero a gestionar el Avilés ha significado un proceso de desencanto progresivo", detalló. Por eso, con la iniciativa de fundar un nuevo equipo que fuera de los socios, Rubén Sánchez y su primo, Eduardo García, no lo dudaron, y se enrolaron a defender la causa del Stadium por los campos regionales de Asturias.

"Hasta entonces parecía que se aceptaba de mano como verdad que el fútbol en Avilés sólo tenía un camino. Ahora estamos viendo que no es así", manifestó el aficionado stadiumnista. "Ver el granate y la rueda dentada en el escudo del Stadium es muy hermoso, porque sin tener por qué ni obligación de nada, siendo club nuevo 100 por 100, los socios votaron ese escudo y esos colores en masa. Es como si la antorcha del Avilés Industrial siguiese ahí", finiquitó sobre su pasión.