Oviedo, J. L. S.

La dirección en España de Arcelor-Mittal y los sindicatos lograron esta semana acercar sus posturas en las negociaciones que mantienen abiertas para tratar de reducir los gastos, tal y como exige la multinacional, y hacer frente a la caída de la demanda, aunque aún mantienen varios frentes de discusión que los separan de un posible acuerdo. Uno de los obstáculos es la diferencia salarial. La multinacional siderúrgica que dirige el magnate indio Lakshmi Mittal ha planteado a los representantes de los trabajadores una congelación de los salarios durante los próximos tres años. La contraoferta de los sindicatos pasa por respetar la subida del IPC para este año, acogerse a la mitad de este índice en 2014 y que la inflación vuelva a marcar el alza salarial en 2015.

Lo que tampoco quieren los representantes sindicales es que las variables que vienen cobrando se liguen ahora al EBITDA (el beneficio de la firma antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), tal y como pretende la multinacional. Por su contra, reclaman que estas variables económicas se liguen económicamente a la productividad y a los resultados de las plantas españolas.

Tampoco ha sentado muy bien la intención de modificar los turnos de trabajo, que podría llevar a que la empresa deje de contar con los quinientos eventuales que cada verano contrata la empresa para cubrir los huecos que dejan los empleados que se van de vacaciones.

Ambas partes volverán a verse las caras el próximo lunes. Los sindicatos valoraron positivamente que la multinacional haya decidido ampliar las negociaciones más allá del 31 de octubre, fecha que había establecido como límite para llegar a un acuerdo. Aunque aseguran que su intención es la de seguir negociando hasta lograr un acuerdo con el gigante siderúrgico.