La dirección de EDP, compañía energética portuguesa dueña en España de Hidroeléctrica del Cantábrico (HC), confirmó ayer al Gobierno asturiano la cercana ejecución de inversiones para prolongar la vida útil de sus centrales térmicas de Aboño (Carreño) y Soto de Ribera (Ribera de Arriba).

El presidente del Principado, Javier Fernández, se reunió ayer con Manuel Menéndez, presidente de HC; Miguel Stilwel, consejero delegado, y Javier Sáenz de Jubera, director general corporativo, que le expusieron los planes para ambos complejos de generación eléctrica. Las inversiones, cuyos detalles hará hoy públicos EDP-HC, incluyen la instalación de plantas de desnitrificación para reducir las emisiones de óxidos nitrosos, en línea con las exigencias ambientales que marca la UE.

Las reformas permitirán alargar la vida útil de Aboño y Soto de Ribera al menos hasta el año 2030. Ambas centrales tienen un protagonismo capital en la cobertura de la demanda eléctrica dentro de Asturias, singularmente para el suministro a la industria. La térmica de Aboño usa como combustible carbón de importación y la de Soto de Ribera, el mineral de Hunosa. Su continuidad a medio plazo garantiza la existencia de centrales carboneras en activo para quemar el mineral autóctono que pudiera seguir produciéndose en Asturias más allá de 2018, cuando expira la autorización europea para las ayudas estatales a las minas deficitarias.