Madrid / Oviedo

El ex ministro de Felipe González Carlos Solchaga acusa a José Luis Rodríguez Zapatero de vivir en un «mundo presidencialista» en el que trata «como secretarios» a sus ministros. En una entrevista a «Vanity Fair», Solchaga asegura que él se hubiera ido «mucho antes» de lo que lo hizo Pedro Solbes.

«El error de Zapatero es concentrar la actuación política en su persona, minusvalorando de manera implícita el papel del Gobierno y de la Administración», con lo que «corre el riesgo de producir una imagen de poca consistencia política» y «con ciertos toques populistas», advierte el que fuera ministro de Industria y Economía con González.

«El Gobierno es un órgano colegiado de toma de decisiones, no unipersonal», subraya Solchaga, quien recomienda a Zapatero delegar responsabilidades si quiere volver a ganar las elecciones. En su opinión, Zapatero vive «en un mundo presidencialista en donde el único relevante es él y trata a todos los demás como secretarios: el secretario de Sanidad, el secretario de Cultura...».

En cuanto a la marcha de Solbes, Solchaga considera que el problema consistió en que «cuando había una confrontación sobre decisiones de política económica entre el presidente y el ministro de Hacienda, siempre prevalecían las de Zapatero». A su juicio, el Presidente lo que necesitaba era un ministro «de otro perfil». Y a renglón seguido, lamentó que no se conozcan las «convicciones profundas» de Elena Salgado, actual titular de la cartera.

De las acusaciones a Zapatero de nombrar ministros que no cuestionen sus decisiones, Solchaga dice que «una de las facetas que denotan la capacidad de un dirigente es tener mejores colaboradores que uno mismo», algo que, a su juicio, sucedió con González, un presidente con «grandeza de ánimo a la hora de escoger a los suyos», sin temor a que le hicieran sombra o a que tuvieran perfil propio.

Ahora «son otros los incentivos para nombrar ministros y tienen que ver con otra cosa distinta de la competencia o de la personalidad», afirma Solchaga, quien alerta contra un régimen «muy presidencialista». Es «psicológicamente peligroso» pensar que «lo estás haciendo tan bien, salvando a tanta gente, que te tienen que querer a la fuerza. Si sólo gobiernas para los que te quieran, estás perdido», dice el ex ministro.

Tras afirmar que los próximos Presupuestos «son los más difíciles de la democracia porque nunca antes se había vivido una recesión tan profunda», Solchaga aconseja al Presidente que se enfrente a los dilemas que, en su opinión, está eludiendo. Consciente de que se le acusará de querer abaratar el despido, propone evaluar una cobertura del desempleo «muy generosa» que la ciudadanía toma «como una beca y espera a agotarla antes de buscar otro trabajo».

El ex ministro recomienda como receta evitar la utilización de impuestos o gastos en pro de objetivos de corte populista y propone una reforma laboral, redistribuir el coste del despido, de manera que «los que no tienen ningún día por tiempo trabajado tengan ocho o diez y los que tienen 45, algunos menos». También pide liberalizar los alquileres, «reequilibrando una legislación que está a favor del inquilino». Solchaga considera que el Inem «ha sido un desastre» porque sólo ha generado un 10 por ciento de los contratos y aboga por introducir a las agencias de empleo directo. Además advierte de que los intereses de los sindicatos no siempre coinciden con los de los trabajadores, aunque «lo parecen».

El ex ministro de González dice que el Estatuto de Cataluña y el proceso negociador durante la tregua de ETA impidieron a Zapatero afrontar su segundo mandato con una mayoría absoluta que ahora le serviría para afrontar «la crisis con menores dificultades parlamentarias». «La forma en que trató ambos temas le impidió sacar una mayoría absoluta cuando todo iba a favor del Gobierno», asevera.