Dentro de tres meses las urnas renovarán el gobierno municipal de Gijón y una nueva persona se sentará en el sillón de la Alcaldía que durante tres mandatos ha ocupado Paz Fernández Felgueroso. Quedan, pues, pocas semanas para que el actual equipo de gobierno pueda cumplir con las tareas que durante los últimos meses han quedado pendientes en el proceso de ejecución de los compromisos adquiridos tanto en el presupuesto municipal del año pasado como en los planes extraordinarios anticrisis elaborados para Gijón desde los gobiernos estatal y autonómico: los denominados «plan E» de Zapatero y «plan A» de Areces.

Los flecos del «plan E» en El Natahoyo y el campus

Los decretos de Alcaldía de las últimas semanas han ido anunciando prórrogas en los plazos de finalización de algunas de las obras que se están ejecutando en la ciudad a cuenta del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local. O, simplemente, el segundo «plan Zapatero» o «plan E» de 2010. Las prórrogas afectan, entre otras actuaciones, a la construcción del complejo social de El Natahoyo y al denominado edificio de servicios científico-técnicos del campus universitario. El primero está siendo construido por Assignia Infraestructuras con un presupuesto que ronda los cuatro millones de euros y el segundo corre a cargo de la constructora Dragados y mueve más de tres millones de euros en una de las actuaciones más ambiciosas en el proceso de crecimiento de la «milla del conocimiento». El equipamiento que acogerá las dependencias del Albergue Covadonga, Proyecto Hombre y Calor y Café tiene la singularidad de que consta de dos edificios complementarios pero independientes. El actual proyecto del «plan E» asume la ejecución íntegra de uno, pero el siguiente queda bajo la responsabilidad del Ayuntamiento de Gijón, que sólo ha podido consignar en su presupuesto de este año dos millones de euros para hacer frente a la primera actuación de la segunda fase.

El equipo de gobierno también ha sido sensible a las peticiones de otras empresas como Meta 4 Spain o Imesapi para apurar los tiempos en la ejecución, respectivamente, del proyecto de incorporación de funcionalidades y mecanismos multicanal a la gestión de recursos humanos y del plan de eficiencia y ahorro energético en el alumbrado exterior. A este grupo se ha vinculado la firma Construcción Técnica GMC, que se ocupa de la adecuación de la dársena marina del Acuario de Poniente para la recuperación de mamíferos. Un proyecto con una cuantía económica de unos 200.000 euros. Y no son los únicos.

Este «plan E» supuso para Gijón una inyección económica de 29 millones de euros, de los que seis millones se fueron directamente a pagar gasto corriente. El dinero de inversión sirvió para sacar adelante 72 proyectos. Muchos de ellos vinculados a la apuesta municipal por la administración electrónica y el uso de las nuevas tecnologías como vía de relación con los ciudadanos. Las obras supusieron la contratación de 949 personas. El ejercicio anterior, en 2009, se cerró con una aportación económica de 48,5 millones que generaron 1.452 contratos.

El «plan A» retrasa su llegada al Botánico

El centro de experimentación botánica que debe permitir al Jardín Botánico Atlántico de Gijón profundizar en sus trabajos científicos era, y sigue siendo, la gran obra gijonesa del «plan Asturias» de fomento del empleo y de mejora de las infraestructuras locales: el «plan A». Pese a que el convenio entre Ayuntamiento y Principado de Asturias se concretó en enero del año pasado y ya entonces se hacía una reserva de cuatro millones de euros, lo cierto es que de esta iniciativa sólo se tienen avisos de que se está elaborando un proyecto técnico de gran complejidad. Este centro botánico estaba en el listado de actuaciones a ejecutar por la administración autonómica, al igual que las obras en marcha en la avenida de Luis Moya y los viales de la Laboral, el acondicionamiento de la explanada que acogerá la «Semana negra», la mejora del área verde de la calle Miguel Servet en La Calzada o la construcción de una cubierta en el Colegio de Los Pericones. Al Ayuntamiento le correspondían, por ejemplo, la mejora en el Pueblu d'Asturies, la rehabilitación del parque de Juan Negrín y la adecuación de uno de los edificios del Intra como local de empresas. El «plan A» debe movilizar en Gijón 13,5 millones de euros: 10,4 millones de fondos autonómicos y 3,1 de fondos municipales.

El lentísimo avanzar del metrotrén y la depuradora

La puesta en servicio de la estación provisional de Sanz Crespo y el anuncio del ministro de Fomento, José Blanco, sobre la búsqueda de financiación privada para asumir los 360 millones que cuesta continuar el proyecto de integración del ferrocarril hasta Cabueñes son las últimas noticias vinculadas a la ejecución del proyecto de movilidad y cirugía urbanística más importante que tiene en marcha la ciudad desde hace años y que se conoce con los complementarios nombres de metrotrén y plan de vías. Si el metrotrén está a la espera de dinero para prolongar el túnel, en el «plan de vías» la sociedad Gijón al Norte ya tiene entre manos el proceso de demolición de las actuales estaciones ferroviarias para liberar los espacios que deben ser ocupados por pisos, parques, equipamientos públicos y comercios.

Pero no sólo el tiempo ha pasado para el metrotrén. También para la depuradora del Este, que debe completar el plan de saneamiento de la ciudad diseñado en 1991. El gobierno local espera desde hace semanas que se haga efectiva la adjudicación de la obra entre las doce empresas que se presentaron al concurso de la Dirección General del Agua del Ministerio de Medio Ambiente. La instalación, que se ubicará en El Pisón pese a las reticencias de los vecinos, tiene un coste económico de 52 millones de euros.

Cimavilla sueña con el Museo de Tabacalera

El barrio histórico de Gijón tiene también un nuevo futuro por delante. Un futuro que generará nuevos viales, espacios de aparcamientos y una nueva imagen de Cimavilla, pero que depende del proceso de conversión de la vieja Fábrica de Tabacos en el nuevo Museo de Gijón. La última vez que se movió pieza en este puzle fue en octubre del año pasado al cerrar el contrato a favor del arquitecto Román Luis Villasana Gutiérrez como responsable de la redacción del proyecto y de la dirección de obra de la creación del complejo museístico. El importe de adjudicación fue de 820.000 euros. Las menguadas arcas públicas, incluidas las municipales, tienen más que difícil hacer frente en los próximos meses a mucho más en un proyecto que parte con un coste mínimo de 17 millones de euros. Ese lento caminar del museo ha supuesto que quede en un veremos la prolongación de las calles de Maximino Moreno y Honesto Batalón.

Del túnel de Roces y otras ideas a realizar

No sólo del plan de avenidas -las hechas y las postergadas- vive el urbanismo local. El año 2010 fue momento de estudios que ahora hay que convertir en realidad. Uno de los proyectos que más llamaron la atención a los vecinos fue la opción de comunicar la nueva área residencial de Roces con Montevil a través de un gran túnel. A estudiar esa opción se reservó en el presupuesto del año pasado un pellizco de 300.000 euros. Casi nada, si se tiene en cuenta que la obra completa rondará los nueve millones. ¿De dónde saldrán? Otra incógnita de futuro. Las cabezas pensantes municipales también le dan vueltas desde hace tiempo a la opción de rehabilitar la emblemática calle del Marqués de San Esteban. En este caso al coste económico se suma la complejidad de poner de acuerdo a la propiedad privada. Ninguna de estas obras aparece en el anexo de inversiones del presupuesto municipal de este año, que se decanta por construir una escuela infantil en Roces y rematar sus proyectos de albergue de animales y mejora del Muséu del Pueblu d'Asturies.

Intra y El Molinón, sueños con fecha de entrega

Pero no todo es un futuro sin calendario fijo. Hay dos proyectos emblemáticos de los actuales gobernantes de Gijón que ya son casi una realidad en el horizonte de la ciudad. A finales de abril estará finiquitada la última fase de la reforma integral de un Molinón que ha ido sumando partidas económicas hasta movilizar más de 25 millones y que incorporará a su oferta deportiva un nuevo espacio lúdico y comercial. Por otra parte, euros llegados de Noruega servirán estos meses para reformar el último edificio del Intra, que se ha convertido en un nuevo enclave de empresas de innovación del Parque Científico y Tecnológico dentro de la «milla del conocimiento». Allí se han movido casi 16 millones de euros.