Maíz, fabes, calabazas, pimientos y lechugas pueden ser la primera cosecha. Y esperan que haya muchas más. La preocupación por la sostenibilidad de los recursos y las dificultades crecientes de muchas familias en época de paro para poder satisfacer las necesidades más elementales ha llevado a una decena de vecinos de Nuevo Gijón a embarcarse en un proyecto novedoso. Desde hace unos meses se han lanzado a crear su propio huerto en una parcela abandonada de titularidad municipal, un oasis «okupado» en medio de la ciudad.

Todo surgió el año pasado, como explica Marta García. Fue entonces cuando un puñado de conocidos se pusieron de acuerdo para crear un grupo que han denominado «Asamblea de economía social y comunitaria de la zona sur de Gijón», bajo el denominador común de «nuestras inquietudes por crear algo beneficioso para toda la comunidad». Pegando carteles por el barrio han logrado juntarse para desarrollar proyectos «en los que cada uno pueda aportar sus capacidades y habilidades y entre todos podramos aprender», siempre desde una óptica diferente a la del mercado, porque «aquí no hay jefes ni empleados».

El primero de los planes que han puesto en marcha consiste en la elaboración artesanal de jabón con el aceite usado doméstico como materia prima. Un proyecto «en el que nadie sabía cómo hacerlo, así que todos partimos de cero», y que de momento sigue funcionando como forma de reciclaje y ahorro, incluso con alguna pequeña venta «en la red más cercana de conocidos y amigos».

El siguiente paso en su iniciativa para mejorar la comunidad ha sido la puesta en marcha de un huerto urbano, un plan «para el que no se necesita mucha inversión y en el que de nuevo partimos desde la base», explica García. De momento han sembrado maíz, fabes, calabazas, lechuga o pimientos, a la espera de «ver qué sale» y si se puede lograr una producción que ayude al autoabastecimiento. La parcela, del Ayuntamiento, entre Nuevo Gijón y La Braña, «estaba llena de escombro». La han limpiado y acondicionado, y ayer contaron con la presencia de Ramón González, de la Asociación Gallega de Horticultura Urbana para asesorarles en su plan. En Galicia funciona desde 2009 y ya cuenta con «cientos de personas involucradas». En Nuevo Gijón quieren dar a conocer el proyecto para que «se sume todo el que quiera, es algo abierto».

Y también para que los más pequeños crezcan en contacto con algo tan natural como el cultivo de la tierra. Por eso, la asociación tiene prevista para hoy, si el tiempo no lo impide, la celebración de talleres infantiles (a partir de las 11.00 horas) y una sextaferia colectiva para seguir mejorando la parcela a lo largo de la mañana, seguida de una comida en el propio huerto. Para que la sintonía sea total.