Luján PALACIOS

Han trabajado duro durante todo el año para tener un huerto con todo tipo de verduras, y ayer pudieron empezar a disfrutar de los resultados. Los alumnos del Centro de Educación Infantil San Eutiquio, en Castiello, celebraron ayer un "mercadillo asturiano", una cita para exponer lo mejor de su cosecha y venderla a sus padres, orgullosos clientes de los más pequeños.

Tomates, pepinos, cebollas y un surtido de verduras sirvieron a los alumnos para hacer de vendedores por un día, en un mercado en el que no funcionó el dinero. Porque la fórmula elegida en la tarde de ayer fue la del trueque: los niños ofrecían a los padres productos naturales a cambio de lápices, pequeños cuentos o juguetes. Todo ello para favorecer en los niños el espíritu emprendedor, como indicaron los responsables del centro. De hecho, el San Eutiquio cuenta con una amplia huerta en los jardines del colegio que se trabaja a lo largo del curso "desde el punto de vista de la innovación educativa y la educación ambiental".

De tal manera que los más pequeños aprenden habilidades basadas en "un aprendizaje activo y cooperativo", con el fin de comprometer a los alumnos en la conservación y mejora del entorno y en la utilización sostenible de los recursos ambientales.

A la jornada cooperativa de ayer, en la que los pequeños disfrutaron de lo lindo ofreciendo a los progenitores los frutos de su esfuerzo, se sumará otro día de fiesta, el próximo lunes, en el que de nuevo los productos hortícolas serán los protagonistas. Porque, con las verduras que se llevaron ayer los padres, deberán elaborar a lo largo del fin de semana una merienda que se compartirá entre todos en las instalaciones del colegio.

Será una romería asturiana, en la que no faltarán la música y la diversión, con el aliciente de disfrutar de los productos de la tierra ya preparados. Sanos y naturales.