El empresario granadino interesado en adquirir la planta de Gijón Fabril y, por tanto, en darle una solución de viabilidad al borde de su desmantelamiento, visitó ayer las instalaciones del polígono industrial de Porceyo, aunque, según explicaron fuentes sindicales de la plantilla, "no sabemos más allá de que estuvo por aquí porque no nos dijeron nada ni se comentó nada". Así, la visita, en la que el posible inversor de Gijón Fabril -una empresa vidriera de Andalucía- inspeccionó la maquinaria y dialogó con los administradores concursales de la factoría se realizó con cierta discreción.

Se trata de una semana clave para los 48 trabajadores que mantienen un encierro en la factoría con el fin de evitar el desmantelamiento de la maquinaria, estrategia similar a la que siguió la plantilla de Tenneco en su histórica lucha por la reapertura de la fábrica de amortiguadores del Alto Pumarín. El juez que guía el proceso concursal de Gijón Fabril señaló el 31 de mayo como fecha tope para los despidos y ha ordenado el envío de las cartas a los empleados a mediados de abril. Así que el tiempo apremia en estos días clave, dado que apenas queda ya margen para que fructifique la adquisición de la planta por otro empresario, única vía de solución posible para los empleados. De ahí que esperan que cuaje alguna de las ofertas existentes.

Una de ellas es la de la vidriera granadina, cuyos representantes visitaron ayer la factoría, en la que se fabrican precisamente moldes para vidrio. La otra opción sobre la mesa proviene de Ideas en Metal. Además, la urgencia es mayor si cabe puesto que aunque la fecha tope sea el 31 de mayo, la permanencia de la plantilla depende de la tesorería, y ésta, a su vez, de una carga de trabajo que no llega.