Los grupos municipales del Partido Popular y Ciudadanos se opondrán a la propuesta de los tres grupos municipales de la izquierda (PSOE, Xixón Sí Puede e Izquierda Unida) de crear un Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI) diferenciado para aquellos inmuebles de la ciudad con un uso no residencial y mayor valor catastral, siempre por encima del millón de euros.

Así lo manifestó en el día de ayer el secretario general de los populares gijoneses, Pablo González, con motivo de una visita a las instalaciones de la Cámara de Comercio, junto a Mariano Marín, presidente local del partido, para presentar la propuesta fiscal de los populares dirigida a los empresarios de la ciudad. El PP local propone una "reducción ejemplar" de tasas e impuestos.

Para González, esta reciente iniciativa de la izquierda municipal "subiría de manera brutal la tributación a quienes más riqueza crean", además de "penalizar a los pequeños negocios familiares que se desarrollan en inmuebles con un alto valor catastral". Por ello, desde el grupo municipal popular se estima que se trata de una medida "injusta, que puede generar paro y cierres de empresas y que envía un mensaje muy negativo a la comunidad empresarial, desincentivando la apuesta por Gijón como ciudad de negocios".

La visita de miembros del grupo municipal popular a la Cámara de Comercio tenía como propósito presentar a los empresarios de la ciudad su propuesta fiscal, enmarcada en "una ambiciosa rebaja tributaria de 15 millones anuales", abarcando la mayoría de impuestos y tasas municipales.

Así, el Partido Popular gijonés plantea una reducción del IBI del 50% para empresas radicadas en polígonos industriales que hayan constituido una herramienta de gestión denominada "entidad de conservación", o reducir la plusvalía en un 95% en caso de traspaso de negocios por fallecimiento del titular.

El grupo municipal plantea también eliminar todas las tasas, incluida la de basuras, "para reducir burocracia y simplificar la actividad de las empresas", además de abogar por crear una "tarifa plana fiscal" según la cual las empresas pagarían todos los meses la misma cantidad tributaria.

Por su parte, el grupo municipal de Ciudadanos también quiso hacer patente su rechazo a la implantación de un IBI diferenciado, una medida que tachan de "arbitraria y con tintes populistas" y que, aseguran, "penalizará la creación de empleo en la ciudad", en palabras del edil José Carlos Fernández Sarasola.

Para Sarasola, portavoz de la formación en el Consistorio, la medida "va totalmente en contra de lo que la economía de Gijón necesita. Con ella sólo estamos dificultando y obstaculizando su competitividad y su capacidad para crear nuevos puestos de trabajo y, por tanto, para salir de la crisis", concluyó.