Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

«U nekom selu u Manchi, kojemu ne zelim ime spominjati...». Así suena el inicio de «Don Quijote de la Mancha» en croata. La obra cumbre de Cervantes fue más universal que nunca en la lectura pública organizada por el IES La Quintana de Ciaño en el marco de un programa europeo de intercambio y como preámbulo de las actividades conmemorativas del día del libro. Las andanzas del ingenioso hidalgo pudieron escucharse en quince lenguas, las nueve de los países participantes en el proyecto -polaco, rumano, turco, letón, croata, búlgaro, checo, eslovaco y castellano- más inglés, francés, alemán, asturiano y latín. También se empleó el «spanglish» en la lectura de parte del texto.

Los alumnos de los diferentes países participantes (representados por las banderas que había a sus espaldas) fueron desfilando por el estrado habilitado en el polideportivo del instituto langreano para leer unas líneas del libro en sus respectivos idiomas. Algunos de los estudiantes iban vestidos, además, con los trajes tradicionales de sus países de origen.

La lectura pública fue el aperitivo de las actividades programadas en la jornada de ayer y que incluyeron un mercadillo medieval, actuaciones musicales y danzas tradicionales. Los puestos instalados en el polideportivo mostraban y vendían a un precio simbólico los productos típicos de cada nación. De esta forma, los alumnos croatas «mercaron» monederos y corazones de Zagreb, unos singulares colgantes rojos; los turcos, pendientes y otros artículos de bisutería; y los asturianos postres típicos como arroz con leche o frixuelos, réplicas de la torre de La Quintana y «pócimas» con ingredientes secretos preparadas por druidas y brujas que deambulaban por el recinto.

Los alumnos rumanos, procedentes de un instituto de la zona de Targoviste, vendieron marcapáginas, postales y cuadros, todos ellos con motivos típicos de su país, según indicó Olteanu Raluca, que resaltó el éxito de la iniciativa. «Es una buena oportunidad para conocer la cultura de cada país y poner en común las diferentes tradiciones que tienen», indicó. Otros personajes populares como el «sacamuelas» también desfilaron por el mercadillo, que trataba de emular la atmósfera medieval. La recaudación obtenida fue destinada a la asamblea local de Cruz Roja.

Las danzas populares tomaron entonces el relevo, dando paso a un mestizaje de ritmos en el que muchos de los participantes iban vestidos con los trajes tradicionales de sus respectivos países. Entre pieza y pieza, Michel Teló demostró ser tan universal como Cervantes y logró colar el «Ai se eu te pego» en el multiétnico repertorio. Los estudiantes y los docentes también interpretaron conjuntamente tres canciones: «Imagine», «We are the world» y «Chalaneru».

El mercadillo y la lectura pública pusieron el colofón a las actividades organizadas a lo largo de la semana dentro de la visita, en la que tomaron parte 40 profesores y alumnos de ocho países europeos, dentro del programa «Leyendas de mi ciudad», que pretendía aproximar a los estudiantes los rasgos comunes de los relatos tradicionales y los personajes comunes de los países participantes.

Los docentes y alumnos europeos fueron recibidos en el Ayuntamiento de Langreo por la concejal de Urbanismo, María Fernández, el pasado miércoles. También realizaron visitas a Gijón y a Oviedo, así como a las casonas medievales de Ciaño, a las instalaciones de la Brigada de Salvamento Minero y al Museo de la Minería y la Industria de El Entrego.