En el año 2004, después de haber explotado ilegalmente desde 2001 la mina de Carlés en el concejo de Salas, Río Narcea Gold Mines consigue su licencia de «obra menor», por la que paga al Ayuntamiento la friolera de 3.025,52 eurazos del ala. Y el Ayuntamiento, defensor a ultranza de la gran riqueza que iba a generar en el concejo, tan ancho. Recientemente, la empresa minera que quiere instalarse en Salave, en otro alarde de autopropaganda, organiza una excursión sabatina para que un grupo de tapiegos pueda comprobar de primera mano que la cosa no es para tanto. Los excursionistas, siempre según la compañía, se quedan tan anchos. Y mientras Astur Gold sigue con sus jueguecillos de empresa modélica y filantrópica, aquí nos hemos quedado con los lodos contaminados, los destrozos y los 3.025,52 euros que, les aseguro, hieden más que un cadáver. Y con dos grandes agujeros: uno en la tierra y otro en la ética.