Salas,

L. VALDÉS

«Ser adulta mola: eres más alta, te puedes maquillar y, lo mejor de todo, mandar en casa y fuera». A sus 8 años, Alba Morán se calzó ayer unos botines de tacón de su madre y se disfrazó de adulta. Lo de menos era el vestuario o el maquillaje -más sencillo imposible- la clave era experimentar la sensación de ver el mundo con unos centímetros más de estatura y sobre todo ser ella quien pusiese las normas, aunque fuese sólo por unas horas. Los más pequeños de la casa derrocharon imaginación en la fiesta infantil de carnaval que tuvo lugar ayer por la tarde en el Espacio de Creación Joven de Salas. Sobre la pasarela no faltaron sevillanas, héroes, brujas, hadas, vampiros, futbolistas... clásicos que reaparecen siempre por estas fechas.

«Tendrías que haberte pintado los labios de negro y arañas por la cara». Al hada, María Fernández, no le terminó de convencer ayer el maquillaje de su amiga y compañera de clase Celia Fernández. «No das miedo», espetó María mientras supervisaba también el traje de mariquita de su otra amiga Noemí García. «¿Pues sabes lo que te digo?, que las hadas no existen en la realidad, mientras que las brujas sí», contraatacó Celia. No hubo tiempo para más discusiones. Las niñas salieron corriendo ante la llamada del piloto Fernando Alonso. Mateo Rodríguez rindió homenaje a su «ídolo deportivo» y jugó a toda velocidad por el recinto acompañado de su amigo Alejandro Fernández, todo un caballero de época. «El disfraz lo eligió mi madre, pero a mí me gusta», reconoció el pequeño.

A su lado, muy presumida, Brenda Rubio se retocaba sus labios pintados de rojo pasión, a juego con los lunares de su vestido de sevillana. «Me encanta maquillarme», confesó mientras movía con salero los volantes de su vestido. «Yo también me eché purpurina en los labios y me maquillé los ojos con sombra rosa», intervinó su amiga Sara Fernández, de 9 años, disfrazada de Minnie. «El resto de trajes ya me quedaban pequeños, así que tuve que ponerme este, pero yo encantada», concluyó la pequeña con gran desparpajo.

A pesar de que la mayoría de participantes en el carnaval infantil de Salas escogieron disfraces clásicos, también hubo guiños a las series de televisión que causan furor entre el público menudo. «Voy de Antonella, la mala de la serie "El patito feo"», explicó Ángela Fernández.

Con o sin careta, los niños y no tan niños de Salas se lo pasaron en grande y apuraron hasta el último minuto de este puente festivo.