Mallecina (Salas),

Lorena VALDÉS

Meter en vereda a «Lindo» y «Rubio» no fue tarea fácil y más de uno se fue a casa con una cornada. La doma de esta pareja de bueyes fue uno de los principales reclamos de la tradicional feria de ganado de San Pedro celebrada el pasado sábado en la carbayera de Carceda en Mallecina (Salas). Manuel López «El Turbo», de Gallinero, fue el encargado de ponerles el yugo a los animales muy lentamente y explicar al público congregado alrededor del corralito instalado en el ferial los nombres de las cornales, las mullidas, las mosqueras y demás equipo carretero.

Tras la exhibición de cómo se xunce a una pareja de bueyes de tiro, los más pequeños de la casa disfrutaron de un paseo en carro a través de la carbayera salense. Emocionados con la experiencia, a más de uno se le hizo corto el viaje. «¿Pero ya se acabó?», protestaron los viajeros.

San Pedrón, como se conoce popularmente a esta feria organizada desde hace unos años por los «cinco magníficos», logró en esta edición una gran acogida de visitantes, ganaderos y tratantes aunque pocos fueron los tratos. «Estoy negociando la venta de "Roncón" y "Navarro" por 12.000 euros pero al comprador le resulta caro, no hay un duro», sentenció Manolo García, dueño también de «Lindo» y «Rubio». «Más que las ventas el objetivo es que la juventud y los niños conozcan las viejas costumbres. Que sepan que el trabajo era muy duro antaño», añadió José de Arango, presidente del colectivo vecinal.

Tras la feria llegó el turno de la folixa con una verbena con los conjuntos «Ideas» y «Fantasy», que se prolongó hasta la madrugada. Al día siguiente, se ofició la misa solemne en la capilla de San Pedro, como antesala de un vermú musical y por la tarde tuvo lugar el descenso de «carrilanas», una suerte de karts sin motor. El reparto del bollo y una nueva verbena pusieron el broche a estas fiestas que siempre ha marcado un antes y un después en las faenas agrícolas de los pueblos de la comarca y que en la actualidad gozan de un nuevo impulso gracias a la labor e ilusión de la Comisión de Festejos.