L. S. NAVEROS

El proyecto del talud de La Ería podría incluir, finalmente, un paso elevado al estadio Carlos Tartiere, según sopesan los responsables del proyecto. En los diseños iniciales para resolver el socavón siempre se incluyó la construcción de esta pasarela, que partiría de la calle Virgilio Palacios para llegar a la última planta del estadio, y mejorar así tanto los accesos peatonales al campo como su seguridad, en caso de evacuación.

La construcción de esta pasarela fue descartada cuando se decidió ajustar al máximo el proyecto para poder incluirlo en los fondos del plan «anticrisis» de José Luis Rodríguez Zapatero, que establecían un límite máximo de inversión de 5 millones de euros por obra. Sin embargo, pese a que las obras avanzan a pasos agigantados, «se sigue trabajando en mejorar el proyecto, tanto para adaptarlo al máximo al uso que tendrá como Escuela de Música Tradicional, como para incluir todas las mejoras posibles, entre ellas una pasarela al campo, aunque aún está en estudio», señalan técnicos municipales.

Las obras en el talud, que ejecuta la empresa Sánchez y Lago, avanzan entre tanto a buen ritmo. «Pese a que es una obra complicada, se está trabajando con mucha eficacia y a buen ritmo. Están trabajando unas 50 personas, entre trabajadores fijos y encofradores. Creemos que se va a acabar a tiempo para no tener que pedir ninguna prórroga», aseguran los técnicos del Ayuntamiento. En ese caso, la obra debería estar terminada en diciembre de este año, fecha límite para los proyectos del primer «plan Zapatero».

En la actualidad, ya se han culminado los trabajos de saneamiento del talud. «Se han colocado escolleras en los huecos y se ha consolidado toda la pared cosiéndola con piezas de metal. También se ha construido una pantalla de hormigón de seguridad», señalan fuentes municipales.

Esta pared natural, ya consolidada, se reforzará con varios contrafuertes de hormigón, que van adaptándose a la orografía del terreno, y que por tanto adoptan distintas formas. Una vez que finalice la obra, la ladera original del talud se podrá ver desde el interior del futuro equipamiento.

Hacia el exterior, el centro cultural del talud de La Ería ya da una idea de la imagen que tendrá cuando esté finalizado, que pretende evocar «una muralla ciclópea, de la arquitectura micénica». Se ha levantado ya parte de esta muralla, construida con grandes piezas de hormigón coloreado de color óxido. «Cada una de las piezas, que han sido forjadas en la parcela, pesa unas 4 toneladas. Se han colocado ya hasta una altura algo superior a la primera planta, de las tres que tendrá el centro», añaden los técnicos del Ayuntamiento que siguen la obra.

Cada una de estas piezas está hecha de hormigón tintado, al que posteriormente se aplica un tratamiento químico para que alcance el color de óxido que tendrá en su acabado final. «Se busca un efecto de antiguo, arqueológico. Las piezas son distintas unas de otras, llevan diferentes cortes, para dar esa impresión de irregularidad, que se completará con la colocación de plantas autóctonas», al modo de las que colonizan los viejos monumentos.

El borde superior del muro se pliega sobre la cubierta, también con bloques de hormigón, hasta una superficie de unos tres metros, donde se colocará una protección para los peatones, ya que el resto de la cubierta del edificio será accesible para los ciudadanos. En esta cubierta se abrirán grandes lucernarios, que darán luz natural al edificio. En total, dispondrá de unos 900 metros de superficie, en tres plantas, y los accesos se ubicarán tanto en la base del talud como en la superficie. Además de la Escuela de Música Tradicional y de un archivo-exposición etnográfica, albergará una sala para usos vecinales. En el exterior está previsto construir un pequeño anfiteatro, y ajardinar el resto de la parcela.

La obra del talud de La Ería se está construyendo como si se tratara de un gigantesco rompecabezas de hormigón. La empresa Sánchez y Lago está forjando todas las piezas en la propia parcela, incluso las paredes elípticas de la sala principal del futuro equipamiento. En la imagen, a la derecha, se puede apreciar ya la sala elíptica en su primera planta. A la izquierda, junto al estadio, se ve el encofrado de lo que será la segunda planta de esta sala, que posteriormente se trasladará en grúa a su lugar definitivo, para permitir el hormigonado de los muros. Al fondo, también puede apreciarse uno de los contrafuertes de hormigón que sustentarán el talud, cuya pared se verá desde dentro del equipamiento.

El diseño

El proyecto ha sido diseñado por el arquitecto madrileño Salvador Pérez-Arroyo, que ya había presentado varias soluciones para el socavón.

Tres plantas

El centro tendrá 900 metros cuadrados de superficie, en tres plantas. Albergará la Escuela de Música Tradicional, una zona de archivo y exposición etnográfica y una sala para usos vecinales.

Una «muralla ciclópea»

El muro exterior se está construyendo con grandes bloques de hormigón coloreado, con tonos de óxido. En el interior, el muro natural del talud quedará a la vista. La iluminación será cenital, a través de grandes lucernarios en la cubierta.