La Iglesia de Santa María la Real de La Corte acogió ayer un concierto muy especial. Es habitual que el templo sea escenario de sesiones musicales, pero la que se celebró ayer, a las ocho de la tarde, tenía un componente casi histórico. Roberto Fresco, organista de la Catedral madrileña de La Almudena, se sentó ante el órgano barroco de La Corte, que sonaba por primera vez desde que una tromba de agua lo estropease en 2003. El organista, en la imagen, fue el responsable de «inaugurar» el instrumento tras un largo y costoso proceso de restauración. El organista se remontó a la música sacra del siglo XVIII, época a la que pertenece el órgano, pero también interpretó piezas compuestas en el siglo XX.