David Rocha lo tiene claro: "Me acuerdo de pequeño de ver los Zaragoza - Oviedo en Primera División". Lo dice para calibrar el cartel de la cita del domingo (16.00 horas en La Romareda), en una cita que el extremeño encara con ganas. Después de su expulsión en Cádiz y el partido de suspensión -"fue un poco inexplicable, sobre todo por cómo redactó el árbitro la jugada. Entiendo que se puedan equivocar pero lo del acta me sorprende"-, Rocha regresa al doble pivote para comandar el juego de los de Anquela en un estadio con historia: "Uno de los mejores campos de la categoría y ante un histórico del fútbol español".

Rocha, al que le avalan varios años en el fútbol, sabe que es el momento en el que la competición se aprieta: "Me parece que habrá tortas hasta la última jornada. El único que está descolgado es el Huesca, pero tiene trabajo que hacer aún para llegar a la solvencia que demostró el año pasado el Levante. El resto de equipos van a tropezar, cualquier rival te puede arañar un punto. Se vio con el Albacete o con el Reus en Pamplona. Nos fuimos con sensación amarga por empatar ,pero todo lo que no sea perder es bueno. Cuando ganes te acordarás de esos puntos que vas sumando".