El mismo mes en que murió su abuelo, en julio de 2012, Asunta Basterra inició un «peculiar» blog -así lo llamó ella- de misterio, en inglés, «Asunca», en el que se proponía contar la historia de «los parques encantados» de Santiago junto a una tal Sophie Elizabeth Paton, una profesora de inglés de A Estrada que, según sus vecinos de Curantes Vello, trabajaba en una academia en Santiago. Las pesquisas de estas «cazadoras de fantasmas», como se define ella misma, estaban destinadas a indagar en la Alameda, Belvís y Bonaval «porque otra gente» les «contó que ha visto extraños en los parques». No obstante, en la misteriosa bitácora en torno a apariciones sobrenaturales solo la Alameda mereció otra entrada, un relato de asesinato y venganza en una familia de tres miembros que acabó con el fantasma de John, el padre asesinado, vagando por ese jardín, y con el de la madre asesinada, Anna, en Belvís.

El blog, que expertos analizan por si pudiera guardar alguna relación con la muerte de los abuelos de la niña, se inicia en julio de 2012, el mismo mes en el que fallecía, a los 88 años su abuelo materno, Francisco Porto. Siete meses antes la pequeña había perdido a su abuela materna, Socorro Ortega. Asunta explica que con Elizabeth «están investigando esos extraños avistamientos» en los parques, aunque ella es la «jefa» del equipo. En ese post de introducción, además, incluye una foto suya en tono azulado sentada en un banco de la Alameda, que su abuelo solía recorrer, en una pose parecida a la estatua del escritor Valle-Inclán del mismo jardín. Al pinchar en la imagen se descubre la imaginación de una niña aficionada a la lectura y a la escritura, según el director de su centro, ya que la fotografía aparece descrita como «Asunta con el espíritu de John».

La última vez que escribe, en septiembre, lo hace para narrar lo sucedido a una familia golpeada por la tragedia de dos asesinatos. «Primero contaremos la historia del parque de la Alameda», anuncia, y narra: «Érase una vez una familia feliz; un hombre, una mujer y un hijo. Un día la mujer fue asesinada. El hombre tenía que tomar represalias sobre la persona que mató a su mujer (Anna) pero también murió, porque intentó tomar represalias pero el hombre malo mató a John, el marido. Su cuerpo está en el parque de la Alameda y su espíritu también. Espera que el espíritu de su mujer venga a él. Cada día se sienta en los bancos. El cuerpo y el espíritu de su mujer están en el parque de Velvís».

La existencia de este blog, más las sospechas de familiares, como la prima del padre de Rosario Porto, Rosario Villaronga, quien aseguró que «murió repentinamente; al ver lo que hizo aquí tuvo que matarlo ella», ha hecho que la Guardia Civil quiera investigar lo ocurrido con los abuelos, fallecidos en diciembre de 2011 y julio de 2012. No obstante, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia dejó claro que el juez instructor no investiga la muerte de los abuelos, al tiempo que indicó que no se han planteado nuevas detenciones en relación a este caso.

El juez pedirá las últimas voluntades de los abuelos de Asunta para ratificar que no era su heredera universal. Aunque anteayer miércoles trascendió que la menor había recibido la mayor parte de los bienes de sus abuelos, los investigadores encontraron ayer el testamento, que declara heredera universal a su hija única, Rosario Porto. No obstante, la pequeña habría recibido algunos bienes en vida de sus abuelos. Los investigadores siguen manteniendo como principal hipótesis el móvil económico. La madre habría asesinado a su hija con el fin de hacerse con esos bienes, debido a la ausencia de liquidez que padece tanto ella como su marido, el periodista Alfonso Basterra. El hombre, que había reanudado la relación con su mujer hace poco tiempo, habría sabido que su esposa había matado a la pequeña y la habría encubierto, motivo por el que también está imputado por homicidio. Para poder hacerse con los bienes de la pequeña no bastaba sólo con matarla. El cadáver tenía que aparecer, ya que si no los bienes habrían quedado congelados. Fuentes cercanas a la pareja indican que la dependencia de Basterra respecto a Rosario Porto es «enfermiza».

La menor fue drogada con la medicación que tomaba su madre para la enfermedad mental que padece (aunque se especula también con que pueda sufrir otro tipo de enfermedad). La mujer estuvo ingresada en el mes de julio. Los investigadores tampoco descartan que el crimen tenga que ver con esta enfermedad, ni tampoco con algún secreto que la pequeña pudiera haber descubierto a sus padres. Se ha citado un ex sindicalista marroquí con el que Rosario Porto mantenía una relación y con el que habría viajado frecuentemente al país norteafricano.

Los padres de Asunta, que ayer asistieron al registro de las dos viviendas en las que residen en Santiago, separadas por apenas unos metros, pasarán presumiblemente hoy a disposición judicial. Durante la inspección de los dos inmuebles, los dos fueron recibidos con el grito de «asesinos» por los numerosos vecinos que se concentraban en la calle. El asesinato de la pequeña Asunta tiene conmocionado al país, aunque especialmente a la ciudad de Santiago donde la niña de origen chino, adoptada cuando apenas era un bebé, era muy conocida.