El próximo jueves, día 24 del presente mes, va a tener lugar, en el palacio de Valdecarzana (19.30 horas), dentro de las actividades programadas por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, la presentación de mi segundo libro, dedicado a mi segunda sobrina, Ariana. "Carta a una niña que ya nació" recoge las enseñanzas espirituales y los conocimientos sapienciales que le transmito a ella, de un año de edad, para que, cuando alcance su madurez, los conserve con cariño en su corazón.
Por cualquier página que se abra al azar aparece un sabio consejo o una valiosa lección muy necesarios para estar bien y ser felices.
Desde la primera a la última página, el libro depara ideas superiores, sentencias morales, sublimes pensamientos y vivencias internas del alma que jamás se pueden olvidar.
En un mundo sin amor, a la deriva, entregado a la esclavitud de los sentidos, la sumisión al dinero y el apego a lo material, este texto, único por su contenido, constituye una esperanza muy poderosa para vivir mucho mejor.
Fue escrito con la sola finalidad de ayudar a todas las personas que lo lean a que sean dichosas, estén en paz y en gracia de Dios.
Algunas de las palabras que constituyen el corazón fundamental, el "leitmotiv" de su contenido, figuran en su contrasolapa: "El que tiene pocas luces, todo lo ve apagado. Si quieres ser feliz sólo tienes que ser como un niño, jugar con todo, vivir el presente y dar gracias al cielo. El que ayuda al prójimo conoce, de primera mano, el sabor de lo alto y la dicha gratuita de la paz. Cuanto más bien hagas, más pronto conocerás los secretos de tu corazón. No te asustes de los violentos ataques contra ti: los perros ladran cuando oyen sonidos que no entienden. Cuando des limosna a un pobre, dale las gracias por ayudarte a ver el cielo y por hacerte un poco más feliz. La mejor prueba de la existencia de Dios es que le amas. El que calla y guarda lo que sabe, ve lo que no se ve".
Es un libro revolucionario porque defiende, en nuestros complicados y tenebrosos días, los valores permanentes, los principios absolutos, los dogmas inatacables de las leyes invisibles y las verdades luminosas que permanecen ocultas por miedo a ser reveladas.
Posee el poder de dar paz a quien no la tiene, hacer feliz a quien está triste y de quitar la soledad a quien se siente solo en compañía. No es un libro más, no pertenece a la categoría literaria del mercado de usar y tirar. A través de él, el alma se descubre, el corazón habla y el espíritu enseña a vivir.
Es un libro para el recuerdo, para llevarlo siempre consigo, un texto de cabecera, es una joya espiritual que cuneo más se lee, más se valora: es como el tesoro enterrado en el campo que, cuando se descubre, ya nada nos separa de él.
Su lectura es harto necesaria en una época saturada de miedos, violencia, falta de amor, abandono de Dios, y adoración a los bienes materiales. El aumento continuo de las enfermedades físicas y el auge, cada vez más creciente, de los males morales contribuyen, en gran medida, a que la amargura y la ausencia del sentido de la vida sean moneda corriente en nuestros días.
Este libro enseña a vivir, a amar sin medida, a entregarse a cambio de nada, a ser mejores y a ganar el cielo con la boca del alma.
Es mi segunda obra publicada.
Espero veros, queridos lectores, en el día de la presentación para hacer del acto un homenaje de amor a la vida y aprovecho este momento para dar gracias a este querido periódico por las atenciones prestadas a mi persona.
