La descarbonización de Forcón: llenar de vida el vacío que deja la central de Soto de la Barca

"Todo esto lo vi nacer y ahora no me da la gana verlo morir, por eso peleo"

ASTURIANOS EN BELMONTE DE MIRANDA: Ángel Menéndez

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Ángel Menéndez, empresario y promotor del Museo de las Ayalgas, en Silviella. A Ángel Menéndez lo conocen por «Forcón» por la braña tinetense de donde procede su familia. Este empresario de la construcción es el creador del sorprendente Museo de las Ayalgas de Belmonte y ahora también está impulsando la transformación de los terrenos que deja la térmica de Soto de la Barca para nuevos usos residenciales, turísticos y empresariales. No quiere que se muera el entorno donde se crio. 

El empresario Ángel Menéndez Rubio, de 65 años, conocido como «Forcón», es el creador del Museo de las Ayalgas de Silviella, en Belmonte. En los antiguos talleres de la Central de Miranda se puede visitar una sorprendente colección de vehículos históricos, maquinaria y todo tipo de artefactos de valor etnográfico, hasta un espeluznante repertorio de instrumentos de tortura de la Inquisición. Ese es un proyecto ya consolidado. Y ahora Forcón está en otro, no menos original: evitar que el entorno donde se crió, ahora ocupado por las instalaciones cerradas de la térmica de Soto de la Barca, acabe convirtiéndose en un espacio muerto, invadido por el monte una vez se desmonte la central. Esta es la historia de Forcón y la de esta iniciativa personal que ha logrado captar la atención del Instituto para la Transición Justa, que ha concedido al ayuntamiento tinetense 3,5 millones de euros para dar el primer paso de ese proyecto:

"Me llaman Forcón porque venimos de una braña de Tineo que se llama El Forcón y a mi padre empezaron a llamarlo Forcón. En esa braña pasé temporadas con mis abuelos, aunque realmente donde me crié fue en Posada de Tineo, cerca de la térmica de Soto de la Barca. Mi padre trabajó de encofrador en el salto de Calabazos, sobre el 1957.Y después, nada más terminó el salto, embalsaron en 1961 y empezaron con el Grupo Uno de la térmica. Todo eso lo vi yo nacer y ahora tengo que verlo morir, pero no me da la gana de verlo morir. Yo conocí el pueblo entero que tiraron antes de montar la térmica. Era muy neno, pero conocí la casa del cura, conocí al que reparaba bicicletas, conocía los bares que había en el pueblo, empedrado, todo llano. Y el puente romano, que todavía se conserva".

"Yo estudié hasta los 16 y luego empecé a trabajar en la mina. A los veintiuno empecé con mi padre en el transporte. Teníamos almacén de piensos y recogíamos leche. Y como también teníamos tienda, lo mismo vendíamos una merluza congelada que un kilo de fruta. Todo lo que necesitaban por los pueblos se lo llevabas".

"Éramos como dos socios mi padre y yo. Él, por desgracia, murió muy joven, con 56 años y me dejó con todo el tinglado. Yo tenía 21 años. Y ahí quedé con cuatro hermanas, que estaban todas estudiando, mi madre, mi abuela, la mujer mía y un hijo, el primero que tuve. Las mis hermanas, según iban dejando de estudiar, empezaron a trabajar conmigo y fuimos saliendo. Fue muy difícil en muchos sentidos. Mi padre y yo teníamos mucha sintonía los dos juntos. Tenías un hombro donde poner la cabeza. Aunque yo tenía mucho rodado, era muy joven todavía para tomar decisiones. Tuve que madurar a la fuerza. Trabajar 20 horas diarias y comer en el camión todos los días en marcha. Y así los trescientos sesenta y cinco días del año".

"Luego ya poco a poco fuimos aumentando el negocio, con la venta de piensos y materiales de construcción, fuimos modernizando las instalaciones, nunca paramos de crecer. En la actualidad seguimos manteniendo el transporte de mercancías y también hacemos construcción y promoción de viviendas. Estuvimos muchos años llevando el mantenimiento de obra civil, el movimiento de carbones y los vertederos de ceniza y yeso de la térmica de Soto de la Barca. Además, hicimos mucha obra pública, saneamientos, carreteras y algo de promoción. No nos dedicamos exclusivamente a una cosa. Eso fue algo que me dijo siempre mi padre, que nunca tuviese a los huevos en la misma cesta. Gracias a eso ya pasé las dos crisis, la de los años noventa y esta última del dos mil ocho, y el cierre de la térmica de Soto de la Barca y no reduje la plantilla".

"Yo no quería que todo lo que rodea a la térmica de Soto de la Barca acabase comido por el matorral y que se olvidarse. Cuando cerró, lo que hice fue presentar al Ayuntamiento de Tineo un proyecto con nueve propuestas para dar a toda esa zona nuevos usos empresariales, residenciales y turísticos. Se logró la cesión de los terrenos y las viviendas por parte de Naturgy al Ayuntamiento. De todo ese proyecto, ya hay aprobados 3,5 millones con fondos europeos para rehabilitar las viviendas del poblado anexo a la central. Este proyecto fue el que mejor puntuación obtuvo de toda la convocatoria en España» (Con el encargo de Naturgy a Sogepsa, se rehabilitarán 14 inmuebles para un proyecto de vivienda colaborativa, cohousing, que gestionará el Ayuntamiento).Ahora se presentó otro proyecto que encargó Naturgy a Jorge Pertierra (Incenersa S.L) para aumentar el caudal del río Narcea 25 metros de ancho del lado izquierdo y así poder salvar la zona industrial, donde tenemos dieciocho empresas interesadas en situarse ahí». «Si sale todo para adelante yo procuraré montar también una nave para mi empresa. Yo voy en las mismas condiciones que cualquier otro. Mucha gente pensaba que, al proponer este proyecto, yo quería quedarme con esos terrenos. No me quiero quedar con nada, además no tendría capacidad. Lo que yo quiero es que no desaparezca un pueblo de la noche a la mañana y que quede todo a artos. Lo que yo quiero es que siga habiendo vida allí".

"De los 9 proyectos que se presentaron con los estudios de viabilidad correspondientes lo que más me gustaría conseguir sería dejar la torre de refrigeración como un hito de la gran industria que hubo durante 60 años y también recuperar la escombrera de cenizas para un viñedo de 8 hectáreas que produjera 100.000 botellas al año. Estas dos actuaciones a mi juicio para Tineo serían muy importantes".

"Si conseguimos que algún proyecto mas de los presentados salieran adelante se crearía una industria paralela que puede generar tantos puestos de trabajo como había en la central a su cierre. Estoy peleando porque todo esto salga adelante y mucha gente me está ayudando. Si no consigo nada más, pues algo ya se logró si quedan ahí esas viviendas. Mucho mejor que de dejar todo esto convertido en monte. Ésta es una zona atractiva porque ya no habrá térmica".