Pablo ye de los Carreros, que son una saga como la de Star Wars

"¿Cómo non vas a querer a la to güela? ¿Cómo non vas a querer a la to llingua?"

ASTURIANOS EN LAVIANA: Pablo Carrera

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Pablo Carrera González, gaitero y promotor musical. Pablo Carrera, de 37 años, es gaitero y fundador de la compañía «A Mansalva», de "cultivadores de música". Desde ella desempeña labores de producción musical, edición, management y docencia. "A Mansalva" es una escuela de música con todas las disciplinas ubicada en La Felguera y también la compañía que lleva la representación del colectivo "Muyeres" y del grupo por excelencia de Laviana, "Los Berrones"

"Lo de la música vienme por la parte de padre. Porque aquí somos como una saga… como la de Star Wars (risas). Mi güelu paternu, Juan Antonio Carrera Álvarez, tenía un hermanu que tocaba la gaita y él, al principiu, tocaba el tambor. Hay fotos antigues de mi güelu tocando con Remis Ovalle, Gaiteru de Mayor de España. Dempués mi güelu, que fue mineru, animóse con la gaita. Contaba la historia de cómo había conseguido la su primer gaita. Tenía na más el punteru y el roncón. Pero el fuelle no lu tenía. Tuvo que arar la huerta a una paisana del pueblu para que-y diese un fueye de una lloba que habíen matao en Casu. Mi pá, Juan Antonio Carrera Soto, garró el relevu y toca el tambor".

"Mi güelu era muy conocíu en todo el conceyu. En el de Llaviana, en el de Sobrescobiu y en el de Casu también, porque, bueno, en aquellos años no abundaben los gaiteros. Tocaba en toles fiestes de tolos pueblos. Antes de que mi pá tocase el tambor, él diba con un tamboriteru de Llaviana que yera muy simpático porque dicíen que taba algo sordu. A mi güelu siempre llamábenlu ‘El Carreru’. Y a nosotros ‘Los Carreros’. A los mis primos, a los mis tíos, a mí…. El apellido ya vien de mi bisagüelu que yera gallegu. Apellidábase Carreira pero vino a trabayar aquí a la mina y quitáron-y la ‘i’ el apellidu".

"Y cuando mi pá ya fue chaval, empezó a él a tocar el tambor. Enseñolu mi güelu. Hay fotos de mi pá siendo un chavalín tocando ya con mi güelu poles fiestes y pa los grupos de baile y uno y otro. Fue una cosa natural, claro. Los mis primos también aprendieron col mi güelu a tocar la gaita. Y les mis tíes, les hermanes de mi padre, a bailar a lo suelto, a tocar la pandereta y a cantar toná. Pero aprendieron de una manera tradicional. Mi güelu tocaba tolos fines de semana en les fiestes, llevaba a los mis tíos y allí había baile a lo suelto y les mis tíes aprendieron así. Aprendieron como ahora mismo se aprenden los chistes".

"Yo ya no aprendí así. Yo ya en una escuela de música, col llibru delante, el solfeo, la digitación, con una técnica… Teniendo yo diez años, a mi güelu dio-y un ictus y paralizolu la mitad del cuerpu. Tuvo que dejar de tocar, era imposible. Acuérdome, de la que empezaba a ir yo a clase de gaita, subía a Lloreo de vez en cuando a velu. Tengo un recuerdu, d’algunes indicaciones que él me daba. Decíame coses que nun entendía, hablábame como con una jerga. Non me decía: tienes que tocar un sol, tienes que tocar un fa, tienes que hacer un trino. Decíame: ‘Cuando termines, redondéala’. ¿Redondéala? Pasaos los años, fui descubriendo les coses que me decía. Dime cuenta que, claro, en los finales, los gaiteros, de manera tradicional lleven como si fuese un mordente, que se apoya la nota y se vibra, incluso se hacen unos adornos que hacen como una especie de remate. Como cuando termines una canción y el batería pega-y a los platos y los deja sonando ahí. Esa cola que queda. Con los años fuí entendiendo que eso yera lo que quería decir mi güelu con ‘redondéala’".

"Tampoco podía subir muncho a casa mi güelu porque emocionábase. Poníame a tocar y él tenía que marchar. Porque veía que era lo que él nun podía hacer ahora dempués del ictus. A mi prestábame tocar, pero yo veía a mi pá me iba sufría viéndolu así. A la segunda canción tenía que levantar y marchar, porque no aguantaba".

"Tou esi circuitu que mi güelu tenía de tocar en les fiestes, heredolu mi padre. Col circuito refiérome a toes eses fiestes que hay desde mayo hasta octubre. Tocábales toes mi güelu y pasó a mi padre la cartera de clientes, por así decilo. Empecé a tocar yo con él. Yo llevaba dos o tres meses tocando la gaita y ya a mi pá me sacó para que me fuese rodando. Fue en les fiestes del cabritu en Pola Llaviana".

"Ahora doime cuenta de la cantidad de coses que aprendí en esos años. Coses me sirvieron pa lo que hago ahora, el management, la representación de artistas. Mi padre trabayaba en la construcción y en casa había un teléfono fiju. No existíen les redes sociales ni había móviles. Mi pá llegaba a casa a les 8 o 9 de la tarde y en esi teléfono recibíense los avisos: Oye, acordaivos que tal fin de semana son les fiestes de no sé ónde. Yo cogía el teléfono, apuntaba la hora y qué había que facer, si había que tocar la procesión, la misa o el pasacalles. En aquel momento nun me estaba dando cuenta de que taba gestionando ya unas hojes de ruta para trabayar con artistas".

"Yera aquel el boom de los 90 de las noches folk y todos estos grupos y cuando salieron Hevia y Carlos Núñez. Yera la efervescencia aquella. Fui pa la Escuela de Música de Llanera, recibí una buena formación. Y ahí fue cuando también me propusieron entrar en una banda de gaites, la Fonte Fuécara. Pa mí era como si a un chaval que-y guste el fútbol dices-y que va a La Masía del Barça a formase. Yo sentíame así".

"Y a partir de ahí un profesor en Llanera que me dijo: tú puedes seguir formándote con los maestros gaiteros. Con dieciséis conseguí el teléfono de José Tejedor. Hice una especie de prueba, creo que me vió con tanta gana que me garró. Tengo un recuerdu guapísimu del primer día a clase con él. Casi que lo primero que me dijo fue: ‘Olvida casi todo de lo que sabes porque te lo voy a cambiar todo’".

"Luego apunteme a un concurso en Mieres que era el Memorial Chema Castañón, que coincidía con la Folixa, y resulta que gané. Y, Bueno, pues luego la pelota fue rodando".

(Pablo es la pareja de la cantante Marisa Valle Roso. Juntos componen un importante "núcleo irradiador", que diría Íñigo Errejón, de la escena musical en Asturias).

"Me acuerdo que yo había ganado el concurso de La Nueva, con 20 años por ahí, y Marisa ganó en la modalidad de tonada, pero en la modalidad absoluta, concursando con los grandes. Ya habíamos hablado en les fases eliminatories y yéremos unos chavales que después coincidíamos por ahí, cuando de repente yo estaba por Llaviana y diba a La Pista y ella parecía per allí y hablábemos. Yéremos dos fulanos con 20 años hablando de Mari Luz Cristóbal Caunedo en mediu La Pista (risas). Coincidimos mucho porque Marisa yera la que ganaba en toná y, a lo mejor, yo era de los ganaba en gaita o acompañaba a los que cantaben toná. Así que fuimos coincidiendo, coincidiendo y poco a poco ya coincidimos en más coses".

"Yo ahora mismo vivo en La Felguera desde hace 6 o 7 años. Pero los de Laviana, independientemente de dónde vivamos, somos de Laviana. Tol mundo cuando lleguen les Navidaes vuelve a los sus orígenes, onde tien la familia. A nosotros pásamos a eso, pero dos veces al añu. Una, cuando les Navides y otra cuando el Descensu. Pa nosotros ye sagráu. Vas y allí ves a los de toes les generaciones con los que de añu en añu te vas encontrando".

"¿Cómo vi cambiar Llaviana? Voy a decite una burrá muy grande, que tampoco soy muy de mordeme la lengua. A la entrá de Llaviana ficieron unos edificios que si me dieren ahora mismo permisu, ponía-yos dinamita. Nun mantienen la estética de una zona rural, que ye lo que somos. Cuando voy pol Correor del Nalón, nada más que pases el Pozu Carrio, ye un despliegue de naturaleza… Tienes Peñamayor a la izquierda y ves Peña Mea guapísima a la derecha y, de repente, nada más que te metes en Llaviana esos edificios. Eso no me gusta. Pero toa esa parte que se conserva del centro, toda esa naturaleza de árboles gústame muchísimo. Yo tampoco quiero criticar a los demás pero tú vas por aquí pela Cuenca y, en realidad, vas viendo la parte de atrás de la nevera y cuando llegues a Llaviana es que se te abre el entorno y dices: ‘¡¿Pero esta preciosidá?!"

"Ahora mismo, algunos dicen que la música tradicional está de moda, pero yo creo que la música tradicional lleva de moda toda la vida. Todo eso que pasa con la música tradicional tien cierta relación con el sentíu de pertenencia que hablábamos que tenemos en Llaviana. Por ejemplo, y en cuanto a esa pertenencia, yo creo que hoy hay mucho más arguyu de tener una llingua propia. Yo nunca tuvi compleju de ná. Al contrario. Si hablo de otra manera, parezme que toi haciendo el tontu".

"Hay mucha xente mozo que lo lleva con arguyu. Ye lo tuyo. ¿Cómo non vas a querer al tu güelu o a la to güela? Son los tuyos. Pues con esto ye lo mismo. ¿Cómo non vas a conocer la tu llingua?, ¿cómo non vas a respetala, a usala y reivindicala? ¿O alguien cuestiona que los hórreos son inventaos? Claro que los inventó alguien en su día, pero son nuestros. Nuestros igual que lo ye la cultura sidrera. O ‘Los Berrones’, que son patrimonio de la humanidá ya".

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